jueves, 24 de abril de 2014

FRANCISCO Y EL TELÉFONO

¡Mirad cómo un fuego tan pequeño es capaz de incendiar un tan grande bosque!, clama el apóstol (Santiago 3,5). Dígase lo mismo de un invento tan extendido como el de Graham Bell, que por estas horas está revelando una virtualidad insospechada. En efecto, nadie creería posible abatir a una ciudad no con bombas, sino con guijarros. Queda demostrado, sin embargo, que los humildes guijarros concentran un amplio poder detonador, disponible a la mano, a la mira, a la persona de quien los lanza.

Una jugada maestra -dicho sea sin ironías- para ir condicionando las conclusiones del próximo sínodo de los obispos, para remachar la persuasión de que los resultados de la vasta asamblea episcopal son del todo obvios. Al fin de cuentas el cardenal Kasper, favorito de Bergoglio, ya había proferido su ultimátum: «si repetimos sólo las respuestas que siempre se han dado [i.e.: la no admisión de los divorciados en nueva unión a la comunión eucarística], esto llevaría a una terrible decepción. Los testigos de la esperanza no podemos dejarnos guiar por una hermenéutica de miedo. Se necesita coraje y sobre todo la confianza (parresía) bíblica. Si no lo queremos, más bien, entonces no deberíamos tener ningún sínodo sobre nuestro tema».

La táctica es prolijísima, tanto que no deja de sorprender cuántas connotaciones resultan de un acto en apariencia tan irrelevante como una llamada telefónica, no menos que del elocuente silencio posterior, cuando el alud de las repercusiones hubiera hecho esperar una pronta desmentida oficial. Así, los que pujan por cambios en la disciplina de los sacramentos se ven alentados por ese silencio, que no niega la veracidad de la versión; por contrarias razones, los beatos que entierran sus sesos en la arena se ven fortalecidos en su confianza, porque el silencio no alcanza a confirmar lo que se rumorea. Y Francisco resulta incólume, y aun queda como un gran tipo: se interesa personalmente por la suerte del más remoto morador de provincias, siempre superior al protocolo y a las normas que rigen su estado, y alienta una reforma radical de la Iglesia en el sentido de la misericordia, de cuya existencia podría considerárselo el redescubridor. Su desdeñoso silencio tras de los tiquismiquis desatados por su paso es la porción olímpica, señera, que le corresponde como licencia a su notoria humildad. Él no tiene por qué andar dando explicaciones: aunque haya depuesto casi todo signo de su dignidad pontificia, aunque haya trocado los apartamentos papales por un sencillo residencial compartido, y vista zapatos raídos y lleve consigo a todos lados el bolso con sus pertenencias, es el Papa, ¡qué tanto!, y se le concede lucir -según su justo arbitrio y cuando así le plazca- la placidez de yeso de las demás estatuas.

Se tienen abundantes pruebas del daño monstruoso que afecta al psiquismo de los sujetos ungidos por el star system. Esa publicidad continua, la vivencia artificial de las alturas y el vértigo de la popularidad suelen confirmar a sus desdichados experimentadores en la ilusión de que su voluntad es ley. Es la misma hybris que otrora inspiró la conocida bravata de los Beatles ("somos más populares que Jesucristo") la que viene ahora a enseñorearse del pontífice para persuadirlo de que puede revocar la enseñanza explícita de nuestro Señor acerca del adulterio. La invariable propensión patológica de las masas a ser engañadas y la habilidad para suscitar golpes de efecto harán el resto en la consecución de esta pesadilla.

Marshall McLuhan supo describir al príncipe de este mundo como a «un diestro ingeniero electrónico». ¿A quién le cabe alguna duda de que es no menos perito en las comunicaciones de masas?


NOTA: Recién después de un día y medio de verse abarrotadas las agencias informativas con repercusiones de la presunta llamada telefónica de Francisco, la Oficina de Prensa de la Santa Sede emitió un comunicado que la impericia interpretativa de los periodistas de casi todos los medios entendió como una desmentida, cuando en realidad no afirma ni niega nada (lo que, vista la gravedad del caso, equivale a una elíptica confirmación). Así de lacónico y esquivo el texto:  “En el ámbito de las relaciones personales pastorales del Papa Francisco ha habido diversas llamadas de teléfono. Como no se trata absolutamente de la actividad pública del Papa no hay que esperar informaciones o comentarios por parte de la Oficina de Prensa. Las noticias difundidas sobre esa materia -ya que están fuera del ámbito propio de las relaciones personales- y su amplificación mediática no tienen por lo tanto confirmación alguna de fiabilidad y son fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia."

Juzgue, pues, el buen entendedor.

35 comentarios:

  1. Estas Navidades el papa Francisco nos descubrió "la santa astucia", una nueva virtud desconocida para la Iglesia. Siendo esta, la astucia, un medio engañoso y poco ético, empleado desde el principio de los tiempos por los hombres para sus intereses, y por el Maligno para engañar al hombre; ahora "santa", es lógico que Bergoglio la utilice para alcanzar los fines que pretende..

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    1. Rebecca usa de "santa astucia " , y Jésus nos pide de ser astuto como serpientes . ..

      P...S..

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    2. Este solo es serpentino para el mal, de astuto para el bien nada. Solo astucia para demoler.

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    3. Caro anónimo P...S...: revise su flojo aparato conceptual. Hablando con propiedad, y como lo enseña el Aquinate (S. Th. II-II q.55 a.3), la astucia no es una virtud sino un pecado, opuesta a la prudencia aunque se le asemeje. Se dice astuto aquel que, «para obtener algún fin bueno o malo, usa, no de las vías verdaderas, sino simuladas y aparentes».

      El maquiavelismo no es evangélico. Ni pueden entenderse en su más crasa literalidad todas las enseñanzas del Señor. ¿O acaso debemos literalmente aborrecer a nuestros padres?

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    4. Para el primer Anónimo: Jesús habla de astucia e ingenuidad, juntas, lo cual no sólo obliga a la primera, sino que impide usarla como algo provechoso, para uno mismo, pues la ingenuidad es sencilla y directa, como un niño.
      La astucia, no es por sí una virtud.

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    5. Ingenuidad me parece que no, inocencia en todo caso. Al contrario me parece que Jesucristo vino a sacarnos de la ingenuidad para que no caigamos en las trampas del demonio.

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    6. Pero entonces que quiso decir Jesucristo con eso de que seamos astutos como serpientes. La verdad todavía no lo termino de entender.

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    7. ¿Todavía no lo entiende? «Astucia», por analogía acentuada, vale por «prudencia» o «seso». De hecho, hay discrepancias al traducir el término.

      Consulte lo que recoge Sto. Tomás en la Catena Áurea, Mateo 10,16. Acá tiene un linque: http://www.mercaba.org/CATENA/Mt/10.htm

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    8. Estoy de acuerdo con Flavio, existiendo "la prudencia" no hay necesidad de elevar la astucia a "santa". Ciertamente la "ingenuidad" de los niños se abraza con la "inocencia", como le gusta llamarlo esta persona de arriba.
      Jesús no vino a sacarnos de la ingenuidad, sino a salvarnos de la "maldad", que no es ingenua, sino "astuta",

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    9. Ingenuo es aquel que es fácil engañar e inocente es aquel que no tiene malicia. Se puede ser ingenuo por falta de advertencia. Mientras que inocente es cuando no se hizo nada malo.

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    10. ¿Mercaba? mmmmm.... ¿no tiene otro link? mercaba es vaticano segundista y me he clavado varias veces con ese material.

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    11. ¡Ah, que se ha puesto bravo, don Anónimo! Le aseguro que preferiría la edición en papel de la B.A.C., pero no siendo posible hacer de tal cosa un linque, ni un liquen ni nada parecido, manoteé el primer resultado que arrojó una rebusca en la internete. Espero que la traducción sea fiable. De no, busque lo que Pieper enseña acerca de la astucia y su aparente semejanza -y su real distinción- respecto de la prudencia, en «Las virtudes fundamentales».

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    12. ¿Pieper? bueh ... mejor lo dejamos ahi. Gracias igualmente. No me voy a atosigar, Dios muestra cuando ÉL quiere, sin tanto rebusque de mi parte.

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    13. Esta discusión, aunque se terminó hace tiempo, tiene un defecto. Es verdad que Jesús enseñó a ser, digamos, un poco más que prudentes, pero eso no significa que mandara a ser viciosos, es decir, a ser astutos. Lo que Jesús nos requiere es que tengamos una prudencia con especial agudeza y perspicacia, circunspección y siendo precavidos (cfr. S. Th. II-II, q. 40 a. 3, q. 49 aa. 8 y 9). Como “el concepto expresado por el nombre es la definición”, la palabra que estaban buscando es ésta: "sagacidad", que es esa prudencia con especial perspicacia... Claro, entre la "mera" prudencia y la astucia, preferible es la prudencia y, más aún, la sagacidad es, apenas, una especie de ésta...

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    14. La diferencia entre sagacidad y astucia es que, aún cuando ambas sean una especial agudeza, aquélla se somete a la Caridad, la Justicia y la Sabiduría (y, en el caso de la virtud cristiana, no meramente humana, al Don de la sabiduría,, que es anejo de la virtud de la Caridad). Mientras que la astucia es lo contrario, "excelencia mundana o diabólica" (cfr. S. Th. q. 45 a. 1 ad. 1ma).

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  2. Maquiavelo doctor de la Iglesia

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  3. el fuego del error que prende en las almas secas :(

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  4. Y mientras sigue rodando la bola , la Santa Sede emite un comunicado para no aseverar ni negar nada. Es de película !

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  5. En La Capital el buen fraile Ceschi dice que es imposible... y con el comunicado de Lombardi lo dejan tan bien parado...
    Saludos.

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  6. Toda una estrategia muy bien diseñada, un telefonazo muy oportuno despues de "la teología de rodillas", piropo dirigido a Kasper trás su reciente intervención, pero ahí queda eso de cara al Sínodo de octubre, para que nos vayamos acostumbrando.

    Y de momento, nos mantendrán entretenidos con las canonizaciones tan oportunas.

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    1. Bergoglio no puede canonizar a nadie, es mejor salir del círculo vicioso. Claro que es difícil por el tema del pecado y los apegos...


      Filomena de Pasamonte

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    2. Siendo clara y objetiva... y con la Verdad por delante.

      ¿Quién es Vd. para decir que Bergoglio, ahora ya Francisco, nos guste o no, no puede canonizar a nadie? ¿Puede Vd. demostrar que el Papa elegido en éste último Cónclave no es lícito?.

      Para tomar decisiones drásticas hay que estar enterado de lo que realmente pasó, y a estas alturas aún no sabemos exactamente como fué "la renuncia" de Benedicto", dicho sea de paso, un Papa muy cercano a mí, por razones familiares que no vienen al caso, al cual quiero y cuya renuncia me continúa doliendo desde el primer día.

      Dicho esto, Francisco es o puede llegar a ser un auténtico desastre para nuestra Santa Madre Iglesia, pero mientras no se demuestre lo contrario es el Sumo Pontifice.

      Y le recuerdo, que para canonizar a una persona antes debe ser proclamado Beato, y esto lo hizo Benedicto XVI con Juan Pablo II en mayo de 2011, seis años despues de su fallecimiento.

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    3. Los procesos tanto de JP II en beatificación o canonización y el del otro fueron totalmente irregulares.

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    4. Al anónimo de las 19,21, decirle que "el del otro" tiene un nombre, se llama Juan XXIII, y durante casi cinco años fué el Sumo Pontifice de la Iglesia católica. Totalmente impresentable sus formas que desprestigian su corto comentario que cae por su propio peso.

      En cuanto a la beatificación y canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II son dos casos completamente distintos, y aunque podrían haber habido irregularidades, no quita que también hubiesen existido irregularidades en algunos de los 89 beatos y santos, de los 264 Papas que ha habido en la Iglesia.

      Que hacemos: ¿Nos dedicamos a la investigación?

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    5. Maite no quiere enterarse que J XXIII no dejó gobernar la iglesia a un pastor según el Corazón de Jesús, el cardenal Siri.
      A ver si Maite se anima a ver esto:
      http://youtu.be/th4BeXtO2zU

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    6. Asi es dedíquese a investigar y leer, y puede que el panorama se le amplíe.

      http://www.statveritas.com.ar/Libros/Precursores_y_peritos_del_Concilio.pdf

      http://es.scribd.com/doc/121017279/EL-RIN-DESEMBOCA-EN-EL-TIBER

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    7. A ver Anónimo sin nombre, los tres enlaces que ha dejado ya los leí en su momento. En internet se encuentran cosas que puede ser verdades como que no, y recurro muchas veces a sitios más veraces. Pero vamos a dejarlo, y supongamos que puedan ser ciertas esas irregularidades.

      En todo caso, no me ha entendido o lo hace ver. He dicho textualmente que en el caso "de estas dos últimas canonizaciones podían haber habido irregularidades", que seguro que sí, y añado que, "lo cual no quita que también hubiesen podido existir irregularidades en algunos de los 89 beatos y santos, de los 264 Papas que ha habido en la Iglesia."

      De ahí viene mi pregunta sobra la investigación, pero remóntese a toda la historia del papado, más que nada para ver que siempre han habido intereses, desgraciadamente, sean políticos, sean religiosos a la hora de dictaminar sobre muchos asuntos, en este caso hablamos de beatos y santos.

      Pero ese no es mi problema, es el suyo. Yo lo tengo claro, cristalino.



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    8. Remontarme no necesito,
      con lo evidente tengo suficiente. Esas pseudocanonizaciones fueron digitadas por los mismos enemigos que esos dos dejaron entrar.

      Sergio Bergman @sergiobergman
      Seguir
      Seguiremos fieles al camino que iniciara Juan XXIII, afirmara Pablo VI, profundizara Juan Pablo II y que hoy lidera nuestro Papa.
      1:23 PM - 13 nov 2013


      http://statveritasblog.blogspot.com.ar/2013/11/rabino-bergman-profeta-del-concilio.html

      Y si leyó esos links se nota por sus palabras que no sacó las conclusiones del caso.

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  7. http://pagina-catolica.blogspot.com.ar/2014/04/triste-comienzo-para-un-santo.html

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  8. Y... mientras perseveren en seguir creyendo que es nuestro queridisimo hermano y vicario San Pedro...

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  9. ay señora Maite ¿a estas alturas con esas monsergas? ya estamos grandes......¿acaso usted sufre del síndrome de los que ven las consecuencias y no las causas?

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  10. Muchas canonizaciones fueron "políticas", es claro que estas dos lo fueron. La popularidad de Juan Pablo II moderando su "intransigencia" moral con la "bondad" de Juan XXIII.

    Parece exagerado canonizar a sus casi inmediatos predecesores, y ahora vendría la beatificación de Pablo VI.

    Todo eso culmina en la futura apoteosis franciscana.

    Este Bergoglio más bien se parece a Badoglio.

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    1. Bondad-intransigencia... jaja que buen chiste.
      Muchas canonizaciones habrán sido políticas pero a personas cuyas vidas fueron edificantes en cuanto a su fe, no se puede decir lo mismo de esos.

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  11. "chiesaviva/carta a los cardenales"

    Del Padre Luigi Villa, sobre Pablo Vi

    Ya le habían dicho que cuando él muriera, lo iban a canonizar a Montini.
    También en la misma web, hay libros sobre Juan XXll, PVl, JPll, etc.

    El Padre Pio le encomendó la tarea a este sacerdote, de investigar y dar a luz la infiltración de la masonería en la Iglesia,(avalado por Pio Xll, el Cardenal Ottaviani, etc.)
    Muy reveladores, muy interesantes estos libros .

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    1. Gracias por la información. Ya habíamos leído algo del padre Luigi Villa, cuánto él hizo para frenar el proceso de beatificación de Paulo VI, aportando datos que le hubieran merecido a Montini, más que la elevación a los altares, una sonora «damnatio memoriae».

      Espero poder comenzar a publicar en breve, y sirviéndome de referencias como las de don Villa, una sección especial dedicada a los tres turbo-santos del post-catolicismo, a saber: Ronc-Mont-Wojt (no es un roznido, es sólo una abreviatura de los nombres).

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