Ahí están, arrasando con toda explicación, primero la "bendición" (que el párroco se apuró en aclarar que no era boda) de una yunta de hombre y hombre, uno de ellos transexual, asunto recientemente abordado aquí. Fue en Santiago del Estero, tierra de proverbiales siestas, no exentas (por lo que consta) de pesadillas. Ni faltó el pasaje de las bodas de Caná, leído y glosado en la ocasión por el sacerdote, para mayor irrisión del sacramento del matrimonio.
Bautismo de Génesis, en brazos de su padre biológico. De corbata, a la izquierda, la madre biológica. Eso que hay en el centro es un cura. |
No se sabe ya cuál de los agentes del caos resulta más eficaz: si los ideólogos (eclesiásticos incluidos), que actúan febrilmente desde cátedras episcopales y universitarias, editoriales, etc. O aquellos idiotas babeantes que, investidos de un sacerdocio que degradan con su sola presencia, capitulan ante todas las embestidas de los profanadores. Si la astucia de los malos o la exasperante lenidad de los babiecas.
Lo que sí arroja una respuesta -a esta altura casi obvia incluso en las más remotas latitudes católicas, debido a la proyección universal de aquella que era la causa local de tal quebranto- es lo que sugiere un tan lacónico como certero comentario con que concluye la noticia que citábamos al comenzar: podría ser útil, apenas con propósito de registro histórico, recordar quién estuvo mayormente a cargo de la Iglesia argentina durante la mayor parte de las dos pasadas décadas, responsable en diversos niveles de todos los nombramientos episcopales para la Argentina (excepto por un puñado de conservadores que fueron impuestos por Benedicto XVI ), dando con ello el tono para la Iglesia en su país.
NOTA: Apenas publicadas estas líneas, un diario local publica las impresiones del padre Joaquín Núnez, «que realiza su tarea pastoral en las villas de la ciudad [de Rosario]». De veras no podría expresarse mejor un programa tan deletéreo con más economía de palabras. Cuando el cura, de visita en la Santa Sede, le solicitó al Obispo de Roma poder aplicar "una mayor apertura en la administración sacramental", éste fue clarísimo: dale para adelante.
Esto lo que da es tremenda rabia y más impotencia: ¡¿hasta cuándo?!
ResponderEliminarPregúntele a Lefebvre hasta cuando, el lo experimentó bien al tema-
EliminarCreo que lo peor de todo esto es la falta de resistencia. Estamos nosotros, claro, que nos parece una aberración, una blasfemia y una profanación, ¿pero somos los únicos cristianos a los que esto nos hace ruido? ¿No debería gente de la misma Iglesia decir "aquí se pasó un límite, o volvemos por el sendero correcto o terminamos todos gobernados por Satanás"? ¿No hay curas decentes en la Iglesia o son todos felices francisquistas?
ResponderEliminarA estas alturas pienso si no sería la hora de reimplantar la Santa Inquisición...
ResponderEliminarMario Caponnetto
Las hogueras, de paso, podrían alimentarse con las obras de Boff, Rahner, Küng. Eso sería matar dos pájaros de un tiro.
EliminarAl final los zurdos tienen razón. Como la burra de Balaam gritan que la Única Iglesia que ilumina es la que arde. Y en su materialismo no se dan cuenta de cuanta razón llevan. Será cuestión de comenzar a encender nuestros corazones cada vez mas
EliminarLamentablemente, debemos esperar todavía cosas peores.
ResponderEliminarLas novelas apocalípticas se quedan cortas. No falta mucho para que se dividan las aguas entre fieles (católicos) e infieles, pero no esperemos -como en las novelas apocalípticas- que nos "obliguen" a pronunciarnos, a apostatar de la fe verdadera: tendremos que tomar la iniciativa de distinguirnos públicamente de ellos, y no esperar a que nos "echen". La persecución declarada será solamente para el desenlace de los tiempos finales.
Todo será más tibio e indeterminado de lo que nuestras mentes formadas con ideas claras pueden concebir. Todo será más modernista, es decir, mucha mezcla de errores que no niegan absolutamente las verdades sino relativamente.
Todo esto a nosotros nos resulta insoportable pero al mundo solo lo adormece más y lo sume en el error.
E.C.
No sé, creo que es perfectamente posible en el corto plazo una persecución, no solo religiosa sino estatal, acusándonos de "intolerantes", "discriminadores", y mandando a todos los verdaderos católicos (y también a seguidores de otras denominaciones que se mantengan fieles a las doctrinas morales del cristianismo) a la cárcel.
EliminarLa Inquisición ya esta implantada, son sus victimas los "misericordiados" de Francisco, y por supuesto el silencio, la desconfianza y las vergüenzas de esta Iglesia, a cuya cabeza, el Papa, cabría decirle aquello que dijo Jesús: "decidle a esa zorra que hoy y mañana seguiré haciendo.." a pesar de sus jugadas y sus planes (esto es añadido).
ResponderEliminarUn saludo y a seguir esperando en el Señor.
El cura Apostata SERGIO ALBERTO LAMBERTI en su pagina de Facebook dentro de sus paginas favoritas tiene la del herético Leonardo Boff todos estos discípulos de Satanás son teólogos de la Liberación.
ResponderEliminarAlguien sabe si los curas apostatas también le dieron la comunión a los sodomitas?
ResponderEliminarsol de la Iglesia universal y ardiente luz de las naciones
ResponderEliminarpor favor que esos títulos lejos están de poder ser aplicados a estas situaciones horrorosas, esos títulos son positivos y la situación totalmente negativa.
Vean este artículo de Magister, está más que interesante. Algo de historia sobre la reforma litúrgica:
ResponderEliminarhttp://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2014/09/16/le-fiammeggianti-memorie-del-convertito-che-paolo-vi-voleva-far-cardinale/