Nos resultó conveniente adjuntar este notable testimonio al que publicamos hace unos días acerca de la degradación del culto litúrgico, escritos ambos en primera persona y de un paralelismo que salta a la vista. Lo ofrece un canadiense residente en China quien, al paso que describe las aberraciones a las que asiste regularmente con cada Misa, nos ofrece un panorama de la Iglesia en Asia tal como para cerciorarnos de que la "esperanza" frecuentemente invocada en relación al destino del catolicismo en aquellas tierras consuena con las expectativas "primaveriles" del post-concilio en Occidente.
Las coincidencias en los abusos contra el decoro de la Misa son tantas y tales, a tantas leguas de distancia, que se diría incurso todo el rebaño y sus pastores en un nuevo concepto de "catolicidad": la universalidad de la memez. Tanto que quien lea estas líneas podrá referirlas sin fatigas a cuanto ocurre en la parroquia de su barrio, con los mismos actores e idéntica escena. Por lo devastador y extensivo de sus efectos, a sólo cuarenta y cinco años de su promulgación, habrá que concluir que el Novus Ordo Missae llevaba en sí los gérmenes de su propia ruina. Pues «si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada?»
Las coincidencias en los abusos contra el decoro de la Misa son tantas y tales, a tantas leguas de distancia, que se diría incurso todo el rebaño y sus pastores en un nuevo concepto de "catolicidad": la universalidad de la memez. Tanto que quien lea estas líneas podrá referirlas sin fatigas a cuanto ocurre en la parroquia de su barrio, con los mismos actores e idéntica escena. Por lo devastador y extensivo de sus efectos, a sólo cuarenta y cinco años de su promulgación, habrá que concluir que el Novus Ordo Missae llevaba en sí los gérmenes de su propia ruina. Pues «si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada?»
El incidente que finalmente me llevó a escribir este artículo, la gota que colmó el vaso, ocurrió en la parroquia local en la isla de Hainan, China, durante la Misa del domingo. Este domingo empezó como siempre; hice la cola para confesarme antes de la Misa, y me resultó bastante molesto tener a una pareja delante, que no paró de charlar y reírse alegremente, hasta el mismo momento en que le tocó a uno de ellos ir al confesionario. Bueno, eso no fue nada nuevo. Gente que habla vanamente en el templo es corriente aquí, hasta el punto de que sería extraño entrar a una iglesia antes de Misa y encontrarte en silencio. Respiré profundamente e intenté concentrarme, pero fui inmediatamente distraído otra vez por una gran caja de color naranja en una estantería a mi lado, que había contenido paquetes de pasta deshidratada. En los laterales de la caja un actor con gafas de sol, subido a una moto, me saludaba, y había una imagen gigante de un bol de la pasta susodicha. Por lo visto ahora se utilizaba para guardar trastos del vestíbulo. No ayudaba precisamente a prepararse para la confesión, pero en términos relativos, no era una cosa tan grave.
Traté de olvidarlo y me confesé. Al regresar a mi sitio tras recibir la absolución, pasé al lado de una chica adolescente que llevaba un alba, evidentemente una de las lectoras en la Misa de hoy. Aunque sabía que debería centrarme en orar, no pude dejar de pensar para mis adentros qué era más ridículo: el simple hecho de que una chica llevara un alba, o la pinta que traía, con sus zapatos deportivos Vans y sus Levis de imitación, con el alba que llegaba tan sólo hasta un poco por debajo de la cintura. Pasé delante de otra chica, mandando mensajes de texto con su móvil. Y delante de un crucifijo moderno horripilante de Cristo glorificado, con los brazos abiertos en aparente gloria sobre la Cruz (los que han visto el estilo sabrán de lo que hablo), hice la genuflexión ante el tabernáculo, que si hubiera estado en cualquier otro lugar del mundo, hubiera creído que se trataba de una caja fuerte, o quizás algo que una persona sin sentido estético alguno había comprado impulsivamente en un mercadillo, sin pararse a pensar en para qué podía servir esta caja amorfa de color chillón.
Mientras me arrodillaba, eché un vistazo a una de las pantallas gigantes que habían colgado en los pilares. Así que hoy era el quinto domingo del Tiempo Ordinario. Pero no hubiera tenido que mirar, ya que enseguida la voz ensordecedora de otra joven hembra llevando un alba me lo anunció por los altavoces (y a todos los que se encontraban a 100 metros del templo). No le bastó decirme qué domingo era; a continuación, me agradeció profusamente el haber acudido a la Misa, me contó lo feliz que era de que todos pudiéramos estar aquí reunidos, me explicó el mensaje de la Misa de hoy, y pidió que la gente apagara sus teléfonos móviles, porque la Misa estaba a punto de comenzar. Me levanté cuando dio la orden “en pie”, y luego ocurrió lo que ocurrió.
Una madre con su hija entraron a la Misa. En todos los sentidos parecían perfectamente normales. Habían llegado tan sólo un minuto tarde, con lo cual llegaron antes que el 25% de los asistentes que luego comulgarían. No llevaban velo. Llevaban vaqueros y jersey, nada especial. Nada particularmente ofensivo. La madre hizo una media genuflexión de mala gana, que consistía en pararse un breve momento delante del banco y bajar la rodilla derecha unos centímetros hacía el suelo. Por desgracia esto es muy común en China, dado que la mayoría no tiene ni idea de lo que es una genuflexión, de porqué hay que hacerlo, o a quién se hace. La gente que entra, ve a otros hacer este gesto raro, lo imita, y así continúa… La hija, que claramente no captaba el sentido de la genuflexión, se acomodó en el banco mientras charlaba con su madre. El himno de introducción había terminado y el Padre hizo el signo de la Cruz. Luego la madre sacó algo de su bolso. Me pregunté si la hija había sido bautizada, ya que muchos católicos chinos quieren que sus hijos “elijan por sí mismos”. De todos modos, la mera presencia de esta niña en una congregación de unas 200 personas, con no más de 10 niños por debajo de doce años, ya valía algo.
Cuando la madre encontró lo que buscaba de su bolso, lo puso sobre el banco, delante de su hija. Un enorme trozo de tarta de chocolate. Como era una buena madre y se preocupaba por su hija, le dijo que se lo comiera rápidamente, y así hizo, procurando no dejar caer nada al suelo. La Misa prosiguió a su alrededor mientras ella se comía la tarta con las manos.
Yo me quedé ahí sentado, boquiabierto, en estado de shock. Mientras tanto, cantó el coro, compuesto casi exclusivamente por hembras llevando albas (increíblemente había dos hombres dispuestos a vestirse y cantar canciones “felices” un domingo por la mañana). Mi estupor se transformó en dolor al escuchar a la “DJ de la Misa” mencionada anteriormente, anunciarnos con su micrófono las lecturas (además de su contenido, y cómo estas lecturas nos enseñan que Jesús nos ama tanto, tanto, tanto). Escuché a las lectoras, y en el Salmo la Señorita Micrófono naturalmente se unió, ahogando las respuestas de todo el mundo. Mi dolor se transformó en frustración al tener que escuchar otra homilía de media hora, completa y absolutamente carente de cualquier contenido.
[...] Afortunadamente, cuando empezó la homilía la niña ya se había comido su trozo de tarta de chocolate, así que pude centrarme en un abuso a la vez. Después de aguantar la homilía OTRA hembra llevando un alba salió a leer las peticiones de los fieles. “Por favor, bendice a todo el mundo, para que podamos vivir en paz y armonía”, etc. Creo que no hace falta que me explaye más. Luego vino la consagración.
Como reflexión aparte, siempre me pareció que la consagración llega sin avisar en la Misa Nueva. Un segundo estoy oyendo las plegarias a favor de la unidad de cada ser en la Tierra, al siguiente estoy echando mi dinero en la cesta, intentando ignorar el guitarreo… y de pronto el Padre está diciendo el canon. Unas cuantas oraciones precipitadas y a los dos minutos ya estamos de rodillas y estamos en la consagración. Otro minuto (parece que nos acabáramos de arrodillar) y nos levantamos. A los tres minutos todo el mundo se abraza en el signo de la paz. Es como si nunca hubiera ocurrido la consagración.
[...] Por fin es el momento de la comunión. Todo el mundo sube a recibir o la Eucaristía o una bendición. Estoy indeciso si subir. Bueno, más vale. “Aún es Jesucristo”, me consuelo. Me duele que sea necesario consolarme en cada Misa con la idea de que “al menos la Misa es válida”. ¿Pero qué alternativa tengo? Ésta es la única iglesia para una ciudad de casi un millón de personas. Antes había otras, pero se cerraron. No fue por los comunistas, sino porque con la falta de sacerdotes y fieles no se podía justificar su mantenimiento. Mientras el Padre pronuncia la bendición final salgo del templo. El último himno es Amazing Grace [Nota del traductor: un himno protestante muy conocido en EEUU]. Después de Misa hay Adoración Eucarística durante una hora. Me encantaría quedarme, si no fuera por la omnipresente señorita del micrófono, que continuamente me “ayuda” en mi meditación, diciendo cosas por el estilo: Ahora vamos a cerrar los ojos… observen a Jesús en su mente… le ama tanto… imaginen Su cara, Sus ojos… Aún peor es cuando el Padre saca a Jesús y le coloca en la custodia, porque esto lo hace justo después de la Misa, cuando todavía hay gente charlando en el pasillo. Da lugar a un espectáculo espantoso: Nuestro Señor puesto en la custodia, el sacerdote que se larga (sin arrodillarse, por supuesto), todo delante de al menos 50 personas conversando despreocupados, con Jesús literalmente a 10 metros de ellos. Naturalmente estas personas se dispersan, dejando a unas 20 mujeres, que de alguna forma son capaces de soportar el ruido del micrófono y adorar a Nuestro Señor. Evidentemente, ningún hombre querría quedarse a reflexionar sobre cómo Jesús les hace sentir con la chiquilla del micrófono.
Lo anterior, siento decirlo (excepto el incidente horroroso de la tarta de chocolate y el espectáculo de la Adoración Eucarística), es típico de iglesias en China y la mayor parte de Asia [...] En cuanto a la Misa Tradicional, hay un sacerdote de la Hermandad Sacerdotal San Pío X (en adelante HSSPX) que va a Seúl un domingo al mes, en un edificio de oficinas donde hay una pequeña capilla. La HSSPX también tiene centros de Misa en algunas ciudades de Filipinas y la India, aparte de misiones en Tailandia y algún otro sitio. Hay una Misa Tradicional diocesana en Hong Kong. En total, hay menos de 10 lugares donde se ofrece la Misa Tradicional en un área que contiene más de tres mil millones de almas, y prácticamente ninguna parroquia tradicional del Novus Ordo. Aquí la fe tradicional no está en las catacumbas… ha sido erradicada. Esto es una masacre, una masacre de almas.
El área de Shangai solía tener 120 iglesias que ofrecían Misa diaria. Ahora quedan menos de 50. La mayoría no tienen Misa diaria, y muchas ni siquiera todos los domingos. No fueron los comunistas quienes cerraron estas iglesias. Bueno, técnicamente sí lo hicieron durante un tiempo, pero lo que digo es que antes estas iglesias se usaban, y ahora se podrían reabrir perfectamente, si no fuera por la falta acuciante de sacerdotes y fieles. En realidad las iglesias se cerraron por sí mismas durante los últimos 50 años. Es la misma historia, pero atenuada, en Japón y Corea. Hay muchos templos bellísimos en Asia. Por desgracia, todos fueron construidos antes de 1960. Cualquier cosa posterior es un desastre; tan sólo hay que fijarse en la catedral de Tokio para darse cuenta de esto.
Yo enseñé en un seminario en Beijing durante un año. Su capilla principal tiene una vidriera de arco iris en forma de cruz en su centro. Los seminaristas reciben la comunión bajo ambas especies, por “auto-servicio”: un sacerdote sostiene el Copón con las Hostias, los seminaristas meten la mano, cogen una Hostia, se pasean hasta donde está el otro sacerdote concelebrante con la Preciosísima Sangre, mojan la Hostia en la Sangre y comulgan. En privado mostré a los seminaristas donde la Ley Canónica prohíbe esto. Estuvieron de acuerdo conmigo, pero tenían demasiado miedo de decírselo a los sacerdotes. Me apena confesar que yo tampoco dije nada cuando tenía la oportunidad. Un seminarista me dijo que un sacerdote les estaba enseñando que la confesión ya no era necesaria, porque nuestros pecados son perdonados en la Misa. En mi último día ahí, les mostré un extracto de una Misa Tridentina. Ni uno había visto algo semejante, ni sabían siquiera de su existencia. Pueden imaginar qué tipo de educación recibieron.
En una ocasión fui también a un convento en China. Había más de 200 monjas. Ni una llevaba hábito. Misa diaria era en un aula, con una mesa de madera que colocaban al frente como altar. Como decoración, una pancarta con “Jesús es la paz” en la pared detrás del “altar”. En lugar de bancos, sillas de plástico. Su convento está literalmente a 100 metros de una bella iglesia antigua. Al menos los domingos tienen la Misa ahí. Las hermanas eran muy simpáticas, pero profesaban una ignorancia supina en cuanto a la fe. De ellas casi nada era “católico”. Vamos, el sueño de un modernista, la “Iglesia ONG” hecha realidad.
He conocido a muchos tailandeses, filipinos, y gente de otros países del sureste asiático. Hay una tendencia peculiar: cada uno de ellos que fue a la escuela católica ya no es católico. Permítanme que repita eso. Nunca, en más de seis años en Asia, he conocido a una sola persona que fue a la escuela católica y sigue siendo católica practicante. Subestimamos la influencia que antaño tenía el catolicismo en Asia, antes de los años ´50 del pasado siglo. En muchos países del sureste asiático, entre un 10 y un 15% de la población eran católicos, y enviaban a sus hijos a buenos colegios parroquiales. En algunos casos, era más bien entre 20 y 30% de la población, o incluso más alto. Hablo de católicos de verdad. Imaginémonos lo que pasaría si un 20% de la población asistiera cada semana, o incluso a diario, a la Misa Tradicional. Imaginémonos si un 20% de la población tuviera crucifijos y agua bendita en sus casas, rezara el Angelus fielmente al mediodía. Imaginémonos si un 20% fuera a colegios auténticamente católicos. Sin embargo, aquella gente ya no existe. Su escuelas o han desaparecido, o son católicas en nombre sólo.
El llanto de Nuestra Señora de Akita |
Aquí llegamos al meollo de la cuestión, lo que me atormenta diariamente. No hay escapatoria de esta situación. No hay Misas de “indulto”, ya no hay capillas de la HSSPX en Asia donde refugiarse, como había en los años ´80. No existe aquí la FSSP. Aquí ya no hay NADA. Es un desierto litúrgico y espiritual. No puedo invitar a mis amigos a Misa, porque me da vergüenza lo que tendrán que presenciar, pero no tengo ningún otro sitio a donde ir. Permítanme que insista en este punto.
Antes estaba lleno de celo por convertir a todos los seres humanos, dado que yo mismo soy un converso y fui bautizado en Beijing. Sin embargo, la mía fue una conversión intelectual. Antes de pisar una iglesia católica ya estaba convencido en un 90% de la verdad del catolicismo. Me convertí a pesar de la Misa. Miré con horror a un hombre vestido con una camiseta tecnicolor de Jesús que tocaba la guitarra y cantaba “Shine Jesus Shine” durante una Misa internacional en inglés. Estaba con mis padres, de visita en Asia. Les había contado cosas sobre la Eucaristía y lo que creían los católicos. Naturalmente se rieron. A fin de cuentas, ¿quién se imaginaría que los católicos se comportarían así, si realmente creían en lo que decían sobre la Santa Comunión? Mis padres no habían tenido una conversión intelectual. Vieron la Misa y dijeron: “cómo me podría interesar esto?”
Cometí el segundo error al llevarles a la primera parroquia que encontré en internet, cuando buscaba la Misa más cercana, mientras yo estaba en casa de visita. Quería mostrarles la Misa Tradicional, pero no había en nuestra zona. Así que, en lugar de eso, fuimos a la iglesia más cerca de nuestra casa. Nos pasamos de largo y tuvimos que retroceder; era muy difícil saber que se trataba de una iglesia. Recuerdo a mi padre decir: ¡Vamos, eso no puede ser una iglesia católica! Hay que reconocer que los católicos tienen un sentido de la belleza. Pero sí, era una iglesia católica, a pesar de parecer un gimnasio. Les ahorraré más detalles. Creo que se hacen una idea de como fue la Misa ahí.
Llevé a un amigo chino a Misa, tras estudiar la Biblia con él durante semanas, tratando de convencerlo de que la Iglesia Católica estaba en la Biblia. Estaba medio convencido antes de ir a Misa. Después de Misa, su comentario fue: ¡qué … ruidoso! Como me lo habías descrito yo me imaginaba que sería más sagrado. Sigamos con la lectura de la Biblia. Así es como veo a Dios, cuando leo contigo. Ahí no vi a Dios. Casi se me rompe el corazón. ¿Pero cómo rebatirle? Yo tampoco veo a Dios en esa Misa, aunque sé que está. Cada vez que veo un abuso, tengo que repetirme a mí mismo: “aún es Tu Cuerpo, Señor.” No tengo alternativa. Esto es lo único que hay.
[...] Se habla del crecimiento de la Iglesia en Asia. Déjenme que les hable de la Iglesia en Asia. Sí crece. Crece como crece la Iglesia en Europa; manipulando las estadísticas. Daré sólo un ejemplo. La nación más católica de Asia es Filipinas, donde dos tercios de los católicos disienten del Magisterio de la Iglesia acerca de los anticonceptivos, donde la mitad rechazan la enseñanza sobre el matrimonio, y donde recientemente se cometió sacrilegio en la distribución de la Santa Comunión, en una Misa del Papa. Éste es el país más católico de Asia. ¿Cómo creen que van los demás?
En la medida de que Asia está algo mejor que Occidente, creo que se debe a dos factores primarios.
1) Los occidentales todavía se perciben como misioneros y los líderes del catolicismo. De esta manera, cualquier cosa que hagamos nosotros, luego se copia en Asia. Gracias a que las cosas tardan su tiempo, el modernismo que infectó la Iglesia en los años ´60 y ´70, no llegó a afectar la Iglesia aquí hasta una década o dos más tarde que en Occidente. Esto quiere decir que el colapso de la fe va también con una década o dos de retraso.
2) La cultura asiática aún es más conservadora que la occidental. Un ejemplo perfecto de ello es la Misa en Japón; muy silenciosa, bastante reverente en muchos casos. Muchas mujeres todavía llevan el velo. ¿Por qué? Porque la sociedad japonesa es educada y respetuosa, lo cual influye en cierta medida en como asisten a Misa. Tenemos el extraño y ridículo caso de cómo la cultura de una sociedad secular mejora a la Iglesia, en lugar de ser al revés.
Hay una cosa que es verdad: la mayoría de las personas en Asia son almas maduras para la cosecha. La mayoría quiere creer, y agradecen oír hablar de Jesucristo. Se palpa que la gente busca algún sentido en su vida. Sin embargo, en la Iglesia de hoy no lo encuentran, y no hay ningún sitio donde pueden ir. Por eso la mayor parte de los que entran a una iglesia católica en China no se convierten. Hay algunos conversos, pero no saben realmente lo que creen. Por ejemplo, un converso chino que cuando le dije que no comía carne los viernes, me dijo: Ah, es cierto, se supone que hay que ayunar alguna vez. ¿Decidiste hacerlo? ¡Qué guay, eres muy devoto! Unos pocos se convierten y llegan a asistir a Misa todos los domingos. Quizás incluso saben lo que los católicos estamos obligados a creer. Una minoría muy pequeña hace sus propias investigaciones, y se puede considerar católica en todos los sentidos de la palabra. Conozco a un seminarista así; se me acercó un día para preguntarme, sin venir a cuento: ¿por qué el Papa Francisco está siempre sonriendo? ¿Acaso no sabe que la Iglesia se está muriendo? ¿No sabe que está todo en ruinas? ¿Por qué motivo sonríe?
Traducción de Cristopher Fleming.
http://youtu.be/6IdulRXqlNg
ResponderEliminarHola hermanos presten atención miren de nuevo el video en el mín1: 31 Bergoglio ni siquiera dijo "El cuerpo de Cristo" Él distribuye la hostia como galletas sin decir nada. Esto puede ser una cena protestante pero no la celebración del sacrificio de la Santa Misa.
hay muchos sacerdotes que hacen eso...bah ....sacerdotes, es una forma de decir a estas alturas.
EliminarTengo 74 años .
ResponderEliminarAdolescente , estudie ( antes del concilio ) en un colegio católico con misa diaria en latin , y los domingos ,misa cantada con diacono y sub diacono .
El deporte de algunos sacerdotes era ver quien celebraba ( misa baja y individual ) en menos tiempo .Hasta llegar a menos de ocho minutos ......
También eso era massacre .
JPB
Pero lo era en tanto los sacerdotes desdeñaban las rúbricas, las disposiciones requeridas para celebrar, etc. El problema no radicaba en la Misa.
EliminarEn cambio, la Misa nueva, elaborada en un escritorio (palabras más, palabras menos dichas por el propio J. Ratzinger) mutila de hecho el carácter del ofertorio al callar el inminente sacrificio que se obrará a instancia de las especies a consagrar, reduciéndolo a una mera "presentación de las primicias de la tierra" al modo judaico. Omite acá y allá el carácter propiciatorio de la Misa. Simplifica el canon y prescribe cuatro distintas oraciones eucarísticas a gusto del celebrante, de las cuales una (elegida en la abrumadora mayoría de los casos por comodidad, por ser la más breve, estimulando un abuso como el que usted describe) limita atrozmente cuanto se enuncia en la fórmula tradicional, vigente a lo largo de milenio y medio, al menos. No hablemos de que el celebrante le da la espalda al sagrario, de que la lengua empleada, que no tiene la dignidad del latín, carece de la universalidad de éste, etc. La masacre, en este caso, remite a aspectos intrínsecos de la Misa, que con el correr del tiempo se van haciendo notar cada vez más en sus consecuencias.
exáctamente!!! eran malos curas no mala misa.
EliminarOfrenda cainita la del novus ordo.... al menos es lo que algunos explican.
EliminarEs lo que les digo hace rato, esto es un genocidio de almas, tan de moda que está hacer marchas contra el aborto pero nadie menciona que a los que dejan vivir luego los abortan espiritualmente....
ResponderEliminarbergoglio, que no el papa, se ríe precisamente por eso, porque no es papa ¡¡sino un demoledor...!!
ResponderEliminarMe disgusta muchísimo vivir en el centro de Buenos Aires, pero una gran ventaja tiene: estoy a 20 cuadras del templo de la FSSPX, donde todos los días celebran misas dignas.
ResponderEliminarYo quisiera algo así acá, en el campo, y creo que sería como un pregusto de la gloria.
EliminarFlavio: esto te interesará, lo mismo que, sin dudas, a todos tus lectores:
ResponderEliminarhttp://eticacasanova.org/2015/02/19/observatorio-antitirania-reporte-de-persecucion/
Pues entonces yo nunca podré agradecer lo suficiente mi buena estrella, porque vivo entre árboles en el conurbano bonaerense y con misa PIOV todos los domingos y días de precepto.
ResponderEliminarGracias a Lefebvre que puso el grito en el cielo y resistió al malvado woytila.
EliminarEntonces que pasa con la MISA NUEVA ( mala ) , celebrada por Buenos Sacerdotes ....si lo hay .....?????
ResponderEliminarJPB
Este articulo duele . Es lacerante. Pero lo contado se repite en todas partes con sutiles variantes segun la moda que elija el cura del lugar . En mi pueblo hay cura nuevo desde hace un año, que por lo menos nos da la oportunidad de poder hacer Adoracion. Claro que el Santisimo es expuesto por alguna de las "ayudantes" .
ResponderEliminarCuando uno opina sobre cualquier tema ,con una vision catolica ,automaticamente se lo llama extremista .Y es que desde hace unos años ,y aumentado desde que esta´Su Calamidad en Santa Marta, ser catolico implica ser un estupido pacifista para el que esta todo bien . Si parecemos mas ,jamaiquinos bajo los efectos de la marihuana ,que soldados de Nuestro Señor .
Hace poco me toco´leer el borrador de un libro sobre el "sacramento de la reconciliacion", como le llaman ahora , escrito por alguien muy cercano. El bodrio de referencia citaba a Freud y a Jung..... y habia sido leido y elogiado por dos sacerdotes !!!! ,uno en franca carrera hacia un obispado.Me costo´hacerle entender a la autora que esos dos sujetos y sus teorias ,no tenian nada que hacer en un libro pretendidamente catolico.
Parrafo aparte ,la pasion aplaudidora que le da a los curas en plena Misa.
Hace poco,una hija mia tomo´su Primera Comunion . Como es un pueblo ,trato de saber cuantos de sus compañeros siguen yendo a Misa. Sin equivocarme demasiado, el porcentaje "de reincidentes " debe ser menor al uno por ciento.
No tengo ninguna duda que Lefebvre es un Santo,y dudo si, que sean validas todas las Misas que se celebran .
Estamos en tiempos dificilisimos y solo nos queda rezar por los que queremos y para que nos asista Maria Santisima en los momentos de definiciones.
Sancte Michael Archangele,defende nos in praelio ..........
criollo y andaluz
Creo que fue la beata Catalina Emerick que tuvo la visión de sacerdotes sin fe dando misas inválidas, y también vio ángeles haciendo la correcta consagración y por lo tanto el Cristo seguía estando presente. Creo que eso ayuda a explicar como, si uno no tiene opción de ir a una misa digna (también las hay del Novus Ordo), puede consolarse como el autor del presente texto: "aún es Tu Cuerpo, Señor".
Eliminarqué raro!! Ángeles consagrando???
EliminarPor ahí no me acuerdo bien, y no tengo más el texto conmigo para buscar la referencia. Pero creo que ella relató algo algo por el estilo, que por más que los sacerdotes no consagren adecuadamente, existe un auxilio sobrehumano que hace que Cristo esté efectivamente presente en la Eucaristía.
EliminarNo eran Angeles sino santos los que los reemplazaban al momento de la consagración.
EliminarMuchas gracias por la corrección.
EliminarAcá textual lo de C. Emmerick: “Es muy de notar que las faltas y negligencias cometidas en la celebración del culto aquí en la tierra sólo hace culpable al que incurre en ellas, porque el culto divino debido al Señor se compensa y se suple de un modo más elevado. Así se me representan principalmente, entre otras faltas, las distracciones de los sacerdotes mientras ejercen el ministerio, por ejemplo, mientras celebran la Misa; veo al sacerdote allí donde están sus pensamientos y entre tanto veo en el altar, en lugar de él, a un santo que hace sus veces.
EliminarEstos cuadros muestran de un modo espantoso la gravedad de la culpa del que celebra los sagrados ministerios sin devoción ni atención. Así, por ejemplo, veo salir de la sacristía a un sacerdote revestido para decir misa; pero en vez de acercarse al altar, sale de la iglesia y se dirige a una fonda, o a un huerto, o va a cazar a casa de alguna persona, o a leer, o a alguna reunión; lo veo aquí o allá, adonde van sus pensamientos, precisamente como si él fuese en persona a esos lugares, lo cual causa compasión y vergüenza. Pero es conmovedor ver que, entretanto, un sacerdote santo celebra los divinos oficios en lugar de aquel otro que divaga. Con frecuencia veo al tal sacerdote alguna vez en el altar, pero muy pronto se vuelve a otro lugar poco conveniente. A veces veo que estas distracciones duran largo rato.
La enmienda se me representa en estos casos en forma de constancia y recogimiento en el culto. En varios lugares veo quitar mucho polvo y basura de los vasos sagrados, los cuales se vuelven resplandecientes y como nuevos.”
Me parece que el Ángel de Portugal que les dió la hostia a los pastorcitos de Fátima si consagra, pero eso no significa que supla de esa manera lo que los sacerdotes hacen mal, pues entonces nos hubiera enviado ángeles y no personas como segundas causas.
ResponderEliminarDios ... Tengo tantas historias de terror que contar; me siento tan identificado con el autor. Una cosa que a la fecha me llama muchísimo la atención, es la ceguera, incapacidad o falta de interés de los que debemos llamar buenos católicos ante la situación; no entiendo cómo no se indignan ante tanto abuso litúrgico y doctrinal, incluso payasadas, pero que son incapaces de despertarlos, de abrirles los ojos ...
ResponderEliminarcincuenta años de trastorno naturalista no son inofensivos....
EliminarCon esto de las declaraciones de Kasper sobre Lutero, leí esta opinión del iniciador del protestantismo: "Es imposible reformar la Iglesia si antes la teología y la filosofía escolástica no son arrancadas de raíz con el derecho canónico". (A. Sáenz, La Nave y las tempestades, t. 6, p. 160)
ResponderEliminarCreo que eso es lo que se ha logrado hoy, después de 50 años de empeño... y estos son los frutos
"Destruid la misa y destruireis el catolicismo" Martín Lutero.
Eliminarhttp://youtu.be/x8GAzqBvL3s
ResponderEliminarMISA TRADICIONAL-CON SUBTÍTULOS
http://www.catolicosalerta.com.ar/misa/delenda.html
ResponderEliminarDELENDA EST LITURGIA *
("¡LA LITURGIA DEBE SER DESTRUÍDA!")
"Las comunidades no católicas
podrán celebrar la Cena con las mismas
oraciones que la Iglesia Católica.
Es teológicamente posible".
HERMANO MAX THURIAN (COMUNIDAD DE TAIZÉ)
SEMBRANDO EL VIENTO
LA REVOLUCIÓN LITÚRGICA
Las raíces de la actual desola ción y destrucción de la liturgia deben buscarse en la desviación del llamado MOVIMIENTO LITÚRGICO, que fuera fundado por Dom GUERANGER y que alcanzó su apogeo bajo el impulso de SAN PIO X. Los autores de la actual reforma litúrgica, aunque pretendiendo ser los continuadores de la obra emprendida por Dom Guéranger y San Pío X, la han desvirtuado, dándole un sentido completamente distinto y contrario al que tenía en la intención de sus fundadores.
"Legem credendi statuat lex supplicandi": "Que la regla de la oración estatuya la regla de la fe". Este axioma "invertible", expresa la relación estrecha y fundamental que existe entre la fe que se profesa y el culto a través del cual se manifiesta esa fe. Es imposible atacar o modificar una sin afectar a la otra. Plenamente conscientes de ello, todos los heresiarcas y falsos reformadores que se han levantado contra la fe católica y contra la Iglesia, han intentado modificar el culto, es decir, la expresión litúrgica de los misterios de la fe, para destruir así esa misma fe.
Ejemplo clarísimo de ello es Lutero: "Destruid la Misa y destruiréis el Catolicismo", destruid el Santo Sacrificio, modificad sus ritos venerables y portadores de gracias, y anularéis la expresión de la fe católica, o la transformaréis en otra fe, que ya no será la católica...
LA SUBVERSION LITÚRGICA EN EL SENO DE LA IGLESIA
Durante su pontificado el mismo San Pío X señalaba que, des de entonces, el enemigo ya no se encontraba afuera sino dentro de la Iglesia, en los seminarios, en los conventos, en las filas del clero católico.
El antecedente más inmediato de esta penetración lo constituye el sínodo de Pistoya, convocado en 1786 por instigación del archiduque de Toscana, que quería llevar a cabo en sus estados una reforma de la Iglesia conforme a sus antojos (y sus antojos eran jansenistas). Dicho sínodo fue condenado por PÍO VI en la bula "Auctorem fidei". Desde el pun to de vista litúrgico, sus errores revelan una tendencia a la desacralización y a la profanación, a la disgregación y a la anarquía, tendencias que ya habían ganado gran parte de la Europa católica antes de su formulación expresa en Pistoya. Estos errores revivirán, casi idénticos, en el "Movi miento Litúrgico" desviado.
El Movimiento Litúrgico que fue iniciado por Dom Guéranger (estando Europa sumergida en plena "herejía antilitúrgica ") para de volver al clero el conocimiento y el amor de la liturgia romana y para intensificar la unión de los fieles a la liturgia; condujo final mente la restauración litúrgica realizada por San Pío X. A partir de 1920 sufre graves desviaciones a causa de los mismos hombres de Iglesia que se decían continua dores de la obra de Dom Gueranger, los cuales sientan las ba ses y principios directores que desembocarán en la actual re forma.
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Este benedictino, luego de contactos con anglicanos y con representantes de las iglesias orientales, propulsa un ecumenismo completamente desviado. Roma aún no se da cuenta del peligro y permite a Dom Beauduin fundar en Amay-sur-Meuse un "Monasterio de la Unión", con dos comunidades paralelas, una católica y otra ortodoxa. Inspira a sus monjes tal amor al oriente que poco después muchos de ellos se pasan a la iglesia ortodoxa. Roma se alarma y Dom Beauduin debe abandonar su monasterio. Protegido por Mons. IZART, obispo de Bourges, organiza retiros (que él mismo llama "un poco canallas") en los cuales insufla sus ideas reformistas y ecuménicas a los sacer dotes que participan, especial mente a capellanes de grupos scouts. Desde 1924, Dom Beauduin se conecta con Mons. RONCALLI, que siempre lo protegerá eficazmente y que adopta, al menos parcialmente, sus ideas.
ResponderEliminarEl movimiento litúrgico de Alemania también se desvía rápidamente: Dom HERWEGEN, abad de Maria-Laach, quiere liberar a la liturgia de "Las esco rias de la Edad Media", Dom CASEL quiere hacerla "salir de las teorías post-tridentinas de Sacrificio". Así, ya en 1920- 1925, se trata de atenuar el carácter sacrificial de la Misa. Romano GUARDINI ("maestro de la intuición psicológica") impulsa la moda de la "experiencia religiosa personal". Estas desviaciones fueron combatidas en Alemania por Mons. GROBER, arzobispo de Friburgo, pero se encontró aislado: todos los demás obispos alemanes sostenían al Movimiento.
En Francia hay multitud de innovaciones anárquicas en los campamentos scouts, en los movimientos de acción católica, y en los campos o colonias de vacaciones, en que intervienen la mayoría de los seminaristas.
En 1943 se funda el Centro de Pastoral Litúrgica, al cual Dom Beauduin fija la línea de conducta: pedir las reformas con mucha prudencia, simulando un gran respeto por la jerarquía, pero utilizando a los obispos para hacer presión sobre Roma.
Pío XII toma conciencia del peligro y expone la doctrina católica en dos encíc1icas: "MEDIATOR DEI ET HOMINUM" y "MYSTICI CORPORIS CHRISTI". Pero inmediatamente son desviadas de su sentido original por los comentarios de los inno vadores.
A partir de 1950 las posiciones subversivas son abiertamente defendidas en numerosas publicaciones, mientras que en las parroquias se multiplican las innovaciones: Misa cara al pueblo, lecturas y cantos en lengua vernácula, etc. En otros países, como Estados Unidos, España, Italia, el movimiento litúrgico, inexistente o menos avanzado, sufre desde 1950 la influencia subversiva de los movimientos alemán y francés. El Movimiento Litúrgico desviado se hace mundial. Las presiones sobre Roma se hacen enormes, y Roma misma, con reticencia, se encamina por la peligrosa vía de las concesiones: nueva versión del Psalterio, simplificación de las rúbricas del Breviario, reforma de los ritos de Semana Santa, Misa vespertina...
Juan XXIII acaba la reforma litúrgica comenzada por Pío XII dando así un paso más en el sentido del Concilio. A pesar de algunas deficiencias, en esta última reforma la liturgia católica permanece sustancialmente incambiada, es decir, en los límites de la ortodoxia católica. Sin embargo se puede decir que en 1960 el Movimiento Litúrgico ha triunfa do: ha sacudido la antigua estabilidad de la liturgia católica y ha insinuado una nueva concepción de ella. La tarea será definitivamente afianzada por el próximo Concilio Ecuménico, ese Concilio que, según las palabras del cardenal SUENENS, será: "1789 en la Iglesia".