Hartos de verificar la latitudinaria vocación a tragarse sapos -y no sin ánimo de revancha-, nos hemos sorprendido en el mester de enviar nuestra epístola a Francisco pero no al modo acostumbrado, insertando mansamente el sobre en el buzón, sino haciendo un diminuto bollo con la misma y tratando de embocarlo en alguno de los orificios del conocido «juego del sapo». Es más: hacíamos de cuenta que la boquiabierta «vieja» que ocupa el fondo del tablero era el propio pontífice, y nos esmerábamos en hacer blanco en esa gruta de proferir desatinos y blasfemias. Es poco probable que la certera puntería alcanzada en alguna ocasión haya sido premiada con el despacho de la carta hasta la Santa Sede a través de conductos invisibles, o llevada por alguno de los cuervos que frustran de sólito el lanzamiento de palomas desde el balcón papal. Su contenido, es cosa casi segura, no alcanzará nunca las retinas de Francisco.
La carta que sí esperamos haya llegado a las manos del Papa es aquella que reproduce Castigat ridendo mores, tomada a su vez de una publicación italiana del pasado mes de enero. Y dice, con filial reverencia:
Santidad:Mi madre decía siempre a sus siete hijos:
“...el demonio existe realmente sobre la tierra para inducir a los hombres en tentación.Yo estoy convencida que el haber puesto en práctica el consejo de mi madre, me ha
Lo probó también con el mismo Jesús mientras estaba en el desierto para hacer penitencia. Pero ustedes no deberían nunca tenerle miedo, si se acercara demasiado, aunque bajo la falsa apariencia de un ángel; ustedes pueden usar siempre contra él un arma fácil e infalible: hagan inmediatamente la señal de la Cruz y aquél desaparecerá e irá a refugiarse en lo más profundo del infierno donde ha sido condenado a permanecer eternamente”.
salvado de las insidias del maligno.
Pero ahora, un extraño fenómeno me embaraza: cada vez que veo avanzar sobre la pantalla televisiva su figura sin adornos – pero inmersa en un mar de exaltada humildad-, será por vieja costumbre -pues sí, lo confieso-, yo un bello signo de la Cruz me lo hago (“io un bel segno della Croce me lo faccio”).Pero siempre en Dios Nuestro.
Vuestra devota. M. G. Bo.
JUAAAAAAAAAAAAAA
ResponderEliminarA ese tendrían que mandarle una carta bomba, es todo lo que se merece
ResponderEliminarBuena idea, me hiciste reir, ja, ja, ja!!
EliminarEs para llorar, y es para reír.
ResponderEliminarEs así.
Este hombre, el papa Francisco (antes le gustaba ser sólo el obispo de Roma, ahora le gusta eso de ser papa), es para llorar y para reír.
ResponderEliminarQuien se rasgue las vestiduras por bergoglio mire esto,
un documento del 2001 en línea con el conciliábulo:
Le peuple juif et ses Saintes Écritures dans la Bible chrétienne, El pueblo judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia cristiana (24 de mayo de 2001)
[Libreria Editrice Vaticana, Ciudad del Vaticano 2001]
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/pcb_documents/rc_con_cfaith_doc_20020212_popolo-ebraico_sp.html
https://www.youtube.com/watch?t=398&v=RlMfqlJaL-8
el documento dice:
"leer la biblia como la lee el judaísmo implica necesariamente la aceptación de todos sus presupuestos..... que excluyen la fe en Jesús como Mesías e Hijo de Dios."
y en el video está JP II bajando la cabeza cuando con los judíos rezaban una oración mencionando al "mesías" que ellos esperan.
Y kasperín diciendo que los judíos se pueden salvar sin creer en Cristo.
¿si esto no es enmendarle la plana a Dios, que es?
Esto es pura genialidad. ¿Que habrá dicho cuando leyo esta carta? "Pepinillos en vinagre","la derecha eclesial es insoportable";"prometeicos pelagianos autoreferenciales que se citan a si mismo haciendo signos pseudopiadosos y superados",etc.
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