«Los atletas nadarán literalmente en mierda humana», asevera sin medias tintas el New York Times a propósito de los venideros Juegos Olímpicos a celebrarse en Río de Janeiro, en cuya bahía las aguas residuales vierten sin la suficiente depuración, para grave riesgo de la salud de los participantes en las disciplinas acuáticas. Es una postal altamente simbólica de los tiempos que corren, en que la avidez de lucro y de diversiones no admite rémoras, aunque éstas versen sobre las garantías necesarias para que un beneficio sea gozado en toda regla. Es que, como lo supo el Aquinate, «la concupiscencia del fin siempre es infinita», lo que, aplicado a la apostasía de las naciones, nos ilustra cuánto la sustitución del fin último sobrenatural por un fin inmanente de bajo calibre puede enloquecer el ánimo de los hombres en su consecución, consintiéndoles atropellos y torpezas de otro modo inexplicables, que acaban conspirando contra el mismo fin que se persigue.
El caso recuerda aquel breve fragmento que Dante dedica a los lisonjeros (Inf. XVIII, 100 ss.), que asoman a duras penas sus jadeantes hocicos entre un mar de estiércol:
vidi gente attuffata in uno stercocon un viejo conocido del poeta que erguía la calva tan nimbada de mierda que no se sabía si no se trataba de un tonsurado.
que dalli uman privadi parea mosso
Admitamos pues, a instancias del numen dantesco, un simbolismo más profundo para el fétido escenario olímpico de Río, recordando para ello que -al menos desde Aristófanes y Tucídides- democracia significa «lisonja», esto es, condescendencia interesada para con las masas que aportan el sufragio y, por lo mismo, mentira y cálculo en la cosa pública. Pues nadie negará que la democracia, blasonada a diestra y siniestra, invocada de consuno por el capitalismo y el marxismo, constituye algo así como la palabra clave en la cosmovisión política del último siglo, aquel ídolo destinado en los discursos oficiosos a ser "consolidado", "fortalecido", o bien "instaurado" cuando no estuviera en vigencia. Ni hay flechas que la atraviesen -intocable por decreto- más que su propio elocuente fracaso, que junto con el dialecticismo más inane y la retórica de enanos le son tan estrechamente familiares.
Esta lisonja programática, este culto sacrílego del hombre condensado en el demencial dogma de la soberanía popular, no ha servido al cabo sino para abrir las compuertas de todas las letrinas, arrollando la vida moral de individuos y comunidades con todos los detritus que la humana estirpe podía ser capaz de producir y poner a fermentar. No es menester abundar en ejemplos, que a ojos vista se nos imponen. Tal la caída en picada de la dignidad humana, y a despecho de la temática elegida -que puede ser de lo más variopinta-, no hay casi palabra impresa que no se adscriba en espíritu a la escatografía ni discurso político o episcopal que no ronde la coprolalia según su valor intrínseco, según su flaco mérito. Ni era dable esperar que la degradación consentida condujera a las naciones más alto que esto, que es lo más bajo que pueda concebirse en este mundo -a excepción de los ínferos, ultraterrenos por definición.
La lengua griega supo distinguir sin dificultad el skatós de lo ésjaton como términos pertenecientes a campos semánticos muy distintos. Nuestro castellano, a diferencia de otras lenguas modernas, descuidó esta obvia distinción, dotando al término «escatología» de una valencia ambigua. A veces, contemplando y sufriendo el horror de un mundo dejado de la mano de Dios, nos parece providencial esta confusión. Si los cielos y la tierra actuales «están guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los impíos» (II Pe 3, 7: tales, en rigor, sus «ultimidades»), nada obsta para que las «penultimidades» supongan el incontrastable imperio de lo vil y lo abyecto, como se deduce del exasperante magisterio de Francisco y de la deriva ciega de la barca de la Iglesia. Que, a la hora gloriosa de sumar un nuevo mártir en sus filas, como en el caso del sacerdote francés degollado por yihadistas, no se sabe si murió in odium fidei o en simple paga a su confusión ecuménica, viniendo a saberse que en el año 2000 había donado una parcela perteneciente a su parroquia para la construcción de una mezquita.
Y eso , que es el pais que más católicos tiene en el mundo ...Que nos espera los otros ...
ResponderEliminarJPB
Solo en número de bautizados Brasil es un país de mayoría católica. Es el país latinoamericano que más evangélicos tiene, lejos, y siempre creciente. En Brasil como en todo el mundo, la gran mayoría de los bautizados no sigue los mandamientos, no va a misa, no sabe nada de religión, no lee la biblia, y solo ocasionalmente va a la iglesia al evento social que para ellos es el bautismo, casamiento o funeral de algún pariente o amigo cercano.
Eliminarwoytila lo hizo "América el continente de la esperanza"... jaja
Eliminarde la esperanza de los Rockefeller que financiaron a los protestontos de EEUU para que viniesen en masa a arrancar a los católicos de la iglesia a partir de los años cincuenta, el catecismo aguado inmanentista pos vaticano les abonó el terreno.
"Pues nadie negará que la democracia, blasonada a diestra y siniestra, invocada de consuno por el capitalismo y el marxismo, constituye algo así como la palabra clave en la cosmovisión política del último siglo, aquel ídolo destinado en los discursos oficiosos a ser "consolidado", "fortalecido", o bien "instaurado" cuando no estuviera en vigencia."
ResponderEliminarAh, pero una de las cosas buenas este año consiste en ver, en los centros mismos de la "democracia", como ahora la empiezan a odiar. El ascenso de Trump en EEUU y la victoria del "Brexit" en Reino Unido está haciendo con que muchos, principalmente en la grande prensa, se lamenten que decisiones importantes sean votadas por el populacho. Es que, en los pocos casos que no la puede manipular, el Nuevo Orden Mundial saca la careta y muestra cómo le importa la tal "soberanía popular".
¿será que el brexit no está manipulado como el clásico juego dialéctico que suelen usar para destruir?
ResponderEliminarQuizás. Y quizás Trump sea solo un engaño para los conservadores voten. De cualquier manera la reacción de la prensa, en ambos casos, es de lo más interesante, basta abrir cualquier gran diario para ver como los machacan y de golpe se olvidan de todo eso de "soberanía popular". Si usted está en la Argentina, basta con mirar los editoriales de "La Nación" (un medio supuestamente conservador) constantemente atacando a Trump y el Brexit.
EliminarEn 1997 , en el avión que lo llevaba a Rio de Janeiro para el " Encuentro mundial de Familias " , el Papa Juan Pablo II , en el dialogo con los periodistas , fustigaba la sensualidad publica de las mujeres brasilera ..
ResponderEliminarP...S...
FUSTIGAR jaja y JA, el muerto se asusta del degollado ¿acaso él no promovía la impureza con la herética teología del cuerpo o por no prohibir al asqueroso monje kamastura??? por favor, hay que ser CÍNICO.
Eliminarhttp://www.taringa.net/posts/noticias/13796386/Kamasutra-catolico-Las-posturas-recomendada.html
El libro ese es de año 2012 , Juan Pablo II murió en el 2005 .......
EliminarP...S...