sábado, 30 de agosto de 2014

ALGUNAS MATIZADAS PONDERACIONES SOBRE EL ISLAM

En la anterior entrada, un comentarista nos recomienda amablemente "matizar el juicio" en relación al Islam. Aceptamos el consejo, aunque no sin sujetarlo también a oportunos matices y distinciones. La matización corresponde, al fin de cuentas, al arte intelectual del análisis, y a éste debe seguirle (por razón de la propia naturaleza de la actividad mental) la síntesis, la reconducción de las partes al todo, a su principio común. No de otra guisa un católico desnortado como Maritain supo recordar en sus mejores momentos la necesidad de "distinguir para unir", y hasta el agnóstico Aldous Huxley, exudante modernidad por todos los poros, reclamaba para las universidades la creación de «cátedras de síntesis», que suficientes había ya de análisis. Por ahí consta, para más abundar, la lección pascaliana acerca del esprit de finesse, capaz de contemplar de un vistazo la consecuencia que se deriva de los principios, y el «espíritu geométrico», dado más bien a la cuidadosa distinción de esos mismos principios. Ambos se complementan y son necesarios, aunque habitualmente no encarnen en el mismo sujeto.

Si se debe a la invención del microscopio este afán de distinción a menudo inmoderado, incapaz de recapitular en la unidad lo contemplado, que lo responda quien lo sepa. Lo que no podemos dejar de reconocer es que ya se ha vuelto sintomática, de tan recurrente, esta exigencia constante o voz de mando: matizar, matizar. Si es cierto que no deben nunca propiciarse síntesis groseras, que acaban por conspirar contra la verdad, no lo es menos que hoy el vicio inherente a nuestro mundo occidental (o, al menos, a sus minorías ilustradas, consecuencia del hábito vicioso del racionalismo) es el dialecticismo estéril, la metódica bifurcación de la atención y el moroso desdoblamiento de la realidad escrutada. Actitud que conduce en forma irremediable y por razón de sus propias disposiciones a la atomización indefinida del datum y a la capitulación intelectual. Fue por el abuso de la argucia que decayó la Escolástica.

Obispado de Mosul, en llamas
Hecha esta necesaria advertencia, volvemos sobre el tema Islam. ¿De qué sirve rehabilitar la distinción obvia entre musulmanes violentos y pacíficos, si esta distinción responde, en todo caso, más a las disposiciones de los sujetos que a las enseñanzas explícitas del Corán? El problema del Islam es el Islam, tituló con acierto el blogue Ex Orbe una de sus recientes entradas, en la que se recuerda cuánto el Corán sea «el código político primario, la inspiración que articula el Estado, la fuente en la que la violencia islamista seguirá catalizando cualquier proyecto político que surja en su medio». Insistir en esta sazón con la engañosa dualidad entre "buenos y malos muslimes" para concluir que los buenos son los verdaderos observantes del Islam remite a aquella ilusoria cooperación cristiano-comunista que se alentaba en los días de la posguerra. Entonces también muchos católicos vendados abogaban por los "marxistas-con-don-de-gentes", por aquellos rojos que no demostraban aversión sangrienta hacia la Iglesia:se creía poder trabajar con ellos para el bien común. Esta es la tesis implícita también en el clamoreado ecumenismo, extensivo a los no cristianos: éste comporta por fuerza una remoción de los principios, que serán siempre un estorbo en la consecución de un "común denominador" con los infieles. Pero una cosa es la tolerancia con los errados, y aun con los malos (como lo enseña la parábola del trigo y la cizaña), y otra esta asociación imposible que se nos propone. La experiencia demuestra cuánto en tales componendas la dirección tuerza bien pronto no en el sentido querido por aquellos a quienes cabe in altum ducere, sino más bien hacia el contrario.

¿Y qué otra cosa cumple esperar de una religión surgida después de Cristo (después de que, al encarnarse, Dios cumpliera su definitiva autorrevelación), de una religión que, surgida en un ámbito semi-cristianizado, aprovechara la autoridad del Antiguo y del Nuevo Testamento para traerla en socorro de sus novedades, tan "nuevas" como el error? Una religión que surge -pese a sus vaivenes, a sus aparentes y parciales condescendencias con el cristianismo- como una impugnación frontal de la fe cristiana («no digáis que hay una Trinidad en Dios. Él es único» IV, 169; «los que sostienen la trinidad de Dios son blasfemos» V, 77; «el Mesías, hijo de María, no es más que un ministro del Altísimo» V, 79; «Dios no puede haber tenido un hijo» XIX, 36. Citamos según nuestra vieja edición del Corán, versión castellana por A. Hernández Catá, París, Garnier Hermanos, sin fecha de edición). Una religión con un afán de universalidad parejo al del cristianismo, pero perfectamente opuesto en sus medios: si éste se expandió por la sangre de sus propios mártires, el Islam lo hizo por la sangre ajena.

Se podrá ciertamente matizar:

- ¡P...p...pero el Corán les admite a cristianos y judíos la posibilidad de salvarse! ¡No es siempre tan feroz con ellos! Advierta aquel versículo 41 del capítulo XXII: «si Dios no hubiera opuesto una parte de los hombres a la otra, los monasterios y las iglesias de los cristianos, las sinagogas, y el Templo de La Meca y todos los lugares santos donde se invoca el nombre de Dios habrían sido destruidos». Y aquel otro (V, 73): «los fieles, los judíos y los cristianos que creen en Dios y en el Juicio Final, y los que hayan practicado la virtud, estarán a salvo de todo temor y de todo tormento». Admitamos que esto suena mucho más civilizado y potable que aquel terrible «extra Ecclesiam nulla salus».

- Sí: a juzgar por estos pasajes, se diría que Mahoma fue el primer cultor de la equivalencia de todas las religiones, un ecumenista ante litteram, el camellero portador de la Nostra Aetate. Pero no más recular unos pocos versos, en la misma sura a que usted alude, vea (V, 56): «¡oh creyentes! No constituyáis cruzamientos con los judíos y con los cristianos. Dejadlos que se unan entre sí. Aquel que los tome por amigos, concluirá siendo semejante a ellos, y Dios no guía a los perversos». Para rematar, en varios pasajes, fórmulas del estilo de: «¡oh creyentes! Combatid a vuestros vecinos, los infieles, Que encuentren en vosotros enemigos implacables» (IX, 124). Es el problema de las ambivalencias: no pueden sostenerse a largo, y quien así lo pretenda acabará por volcarse hacia uno de los dos opuestos invocados, con total olvido del otro. No se puede servir a dos señores.

Es así como en el Corán las frecuentes invocaciones a la guerra, a la venganza, a la persecución sañuda de los infieles, por su mayor fuerza persuasiva, invalidan todas las otras relativas a la paz. El clima de terror que exudan esas páginas es punto menos que inocultable, y ya se sabe que el belicismo extremo obra en la conciencia un embotamiento y una excitación parejos al efecto de una droga. No deja de ser significativo, al momento de asociar violencia y alucinación, que el origen del término «asesino» se remonte a una secta árabe que sembraba la muerte en nombre de Allah bajo los efectos del hachís, los Hashsha-shin. Ni parece fácil de rastrear en otros medios que no sean los de la medialuna extravíos tan furiosos como los del actual Ejército Islámico, que llega a adiestrar a los niños en las artes de la decapitación empleando muñecos.

No, no hay mucho que matizar en esta impostura religiosa de Mahoma, manadero perenne de odio y sangre ajena. Por eso, a continuación de los célebres «cinco pilares» de la religiosidad mahometana (confesión de la fe, oración, ayuno, limosna y peregrinación a La Meca), muchos interpretes incluyen un «sexto pilar», cual es la guerra santa o yihad, y la insistencia misma del Corán les da la razón. Esta compulsión a las armas que el mundo islámico lleva en las entrañas explica el fenómeno del imperialismo, adscrito al Islam desde sus inicios, siendo que semejante afán de expansión territorial y de dominio debió esperar, para su advenimiento en el mundo occidental, a la ruptura protestante. Aquella proposición que se intentó arrancarle sin éxito al Concilio Vaticano I, si quis bellum incipiat, anathema sit, pudo colarse en las aulas conciliares -pese a los equívocos que pudiera atraer- justamente a causa de la añeja teología católica de la guerra, que nunca vio con buenos ojos la guerra de agresión. La misma que, bajo modalidades tan dispares pero tan sanguinarias, cultivan hoy anglosajones y muslimes.

El libro de Daniel (XI, 38) habla de un extraño dios llamado Maozim, que sería venerado en las postrimerías. Se lo ha asociado con el "dios de las fortalezas", con el culto del poder. De uno y otro lado de la balacera vemos hoy fielmente honrado a este ídolo cruel, sin que sea de descartar la posibilidad de una entente impía de ambos mundos -y del sionismo- contra los seguidores del verdadero Dios. Al fin de cuentas, son las potencias occidentales las que han armado a los yihadistas, y quienes mueren son predominantemente cristianos, como ovejas enviadas al matadero.

Doblemente sacrificadas tales ovejas si, a cien años de su muerte, contrastamos el caso de san Pío X (de quien se dice que la profunda aflicción provocada por el estallido de la Gran Guerra aceleró el fin de sus días terrenos) con la inmutable sonrisa de Francisco, que parece sujeta con ganchos, mientras avanza y se ceba a raudales en nuestros hermanos de Oriente esta trucidación demoníaca, con pronósticos nada alentadores para las tierras de poniente. El mundo parece querer dividirse en dos bien definidos campos donde de un lado medran banalidad y truculencia y del otro, sin más, el martirio.

11 comentarios:

  1. Estimado Flavio : vengo siguiendo con mucha atencion la serie de comentarios sobre el Islam y coincido con su apreciacion.
    Hace un tiempo,pude leer un libro de un militar español, que se llama " Retorno a Al-Andalus,(la invasion pacifica de Occidente ) ".Alli el autor, para nada sospechoso de tradi,ni de nada parecido ,cuenta la situacion actual de Europa,en lo que tiene que ver con lo que hacen los hijos de Ala.
    Desde datos respecto a quien fue el mismisimo Mahoma,hasta el desembozado intento de ocupacion de tierras españolas ,el libro cuenta los planes que estos muchachos tienen para con lo que queda de Cristiandad,particularmente con la amada España.
    Por supuesto que los autores de ese vomito ecumaniaco que fue Nostra Aetate,no pensaban en la habilidad de los sarracenos con el cuchillo,(ni aportarian sus cuellos para demostrarlo ).Ellos ya han perdido la Fe hace rato ,y entonces encumbraron a un humanista de medio pelo,amigo de brindar con Tinelli y de cuanto puto ande dando vueltas por este mundo uno que nos aqueja.
    El Islam es y fue siempre el Islam,y sus intenciones y metodos no son nuevos.La imbecilidad y la traicion son patrimonio de nuestros obispos y cardenales, como por ejemplo,ese viejo cretino de Tauran que se deja pintar el tercer ojo por sus amigos hinduistas.
    Para nosotros,queda el poderosisimo recurso de la oracion,pidiendo por nuestros hermanos de Siria,Irak y la region ,que mantienen la Fe verdadera, aun a riesgo de sus vidas, olvidados por esta jerarquia eclesiastica , mas dispuesta a organizar estupidos partidos de futbol inter-religiosos .
    Mientras unos mueren por la Verdad ,en el Vaticano hacen relaciones publicas con todo lo que huele al "otro".....

    criollo y andaluz

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  2. Para lo que les importa a los de infocatólica san Pío X, con ese recordatorio arriba a la derecha del aniversario, ¡QUE HIPÓCRITAS!. Lo que el enseñó se lo pasan por las terlipes....perdón el off topic, no lo publique.

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    1. Ya que se refiere a San Pío X, le dejo el Juramento Anti-modernista que dejé en el blog de Bruno Moreno en Infocatólica con motivo del aniversario de S.S.San Pío X, ya que muchas personas lo desconocen,

      Con tu permiso, estimado amigo Flavio...

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    2. JURAMENTO ANTI-MODERNISTA
      Motu Propio: “SACRORUM ANTISTITUM”
      Impuesto al clero en septiembre de 1910
      por S.S. Pío X

      “ Yo...abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos.”
      “En primer lugar, profeso que Dios, principio y fin de todas las cosas puede ser conocido y por tanto también demostrado de una manera cierta por la luz de la razón, por medio de las cosas que han sido hechas, es decir por las obras visibles de la creación, como la causa por su efecto.”
      “En segundo lugar, admito y reconozco los argumentos externos de la revelación, es decir los hechos divinos, entre los cuales en primer lugar, los milagros y las profecías, como signos muy ciertos del origen divino de la religión cristiana. Y estos mismos argumentos, los tengo por perfectamente proporcionados a la inteligencia de todos los tiempos y de todos los hombres, incluso en el tiempo presente.”
      “En tercer lugar, creo también con fe firme que la Iglesia, guardiana y maestra de la palabra revelada, ha sido instituida de una manera próxima y directa por Cristo en persona, verdadero e histórico, durante su vida entre nosotros, y creo que esta Iglesia esta edificada sobre Pedro, jefe de la jerarquía y sobre sus sucesores hasta el fin de los tiempos.”
      “En cuarto lugar, recibo sinceramente la doctrina de la fe que los Padres ortodoxos nos han transmitido de los Apóstoles, SIEMPRE CON EL MISMO SENTIDO Y LA MISMA INTERPRETACIÓN. POR ESTO RECHAZO ABSOLUTAMENTE LA SUPOSICION HERETICA DE LA EVOLUCION DE LOS DOGMAS, según la cual estos dogmas cambiarían de sentido para recibir uno diferente del que les ha dado la Iglesia en un principio. Igualmente, repruebo todo error que consista en sustituir el deposito divino confiado a la esposa de Cristo y a su vigilante custodia, por una ficción filosófica o una creación de la conciencia humana, la cual, formada poco a poco por el esfuerzo de los hombres, sería susceptible en el futuro de un progreso indefinido.”
      “Consecuentemente: mantengo con toda certeza y profeso sinceramente que la fe no es un sentido religioso ciego que surge de las profundidades tenebrosas del "subconsciente", moralmente informado bajo la presión del corazón y el impulso de la voluntad, sino que un verdadero asentamiento de la inteligencia a la verdad adquirida extrínsecamente por la enseñanza recibida EX CATEDRA, asentamiento por el cual creemos verdadero, a causa de la autoridad de Dios cuya veracidad es absoluta, todo lo que ha sido dicho, atestiguado y revelado por el Dios personal, nuestro creador y nuestro Maestro".
      “En fin, de manera general, profeso estar completamente indemne de este error de los modernistas, que pretenden no hay nada divino en la tradición sagrada, o lo que es mucho peor, que admiten lo que hay de divino en el sentido panteísta, de tal manera que no queda nada más que el hecho puro y simple de la historia, a saber: El hecho de que los hombres, por su trabajo, su habilidad, su talento continúa a través de las edades posteriores, la escuela inaugurada por Cristo y sus Apóstoles. Para concluir, sostengo con la mayor firmeza y sostendré hasta mi ultimo suspiro, la fe de los Padres sobre el criterio cierto de la verdad que está, ha estado y estará siempre en el episcopado transmitido por la sucesión de los Apóstoles; no de tal manera que esto sea sostenido para que pueda parecer mejor adaptado al grado de cultura que conlleva la edad de cada uno, sino de tal manera que LA VERDAD ABSOLUTA E INMUTABLE, predicada desde los orígenes por los Apóstoles, NO SEA JAMAS NI CREIDA NI ENTENDIDA EN OTRO SENTIDO.
      “Todas estas cosas me comprometo a observarlas fiel, sincera e INTEGRAMENTE, a guardarlas inviolablemente y a no apartarme jamás de ellas sea enseñando, sea de cualquier manera, por mis palabras y mis escritos...".



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    3. El duradero pavor ante este juramento impuesto al clero por san Pío X debe ser una de las causas del silencio que guardó Francisco al cumplirse el centenario de su muerte. «En aquellos días, los hombres no podrán sufrir la buena doctrina...». Véase, a este respecto, y contrastando con las efusivas palabras del actual pontífice en memoria de Paulo VI en su respectivo aniversario, el vídeo que publica Panorama Católico:

      http://panoramacatolico.info/articulo/elogio-y-silencio-ambos-significativos

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    4. Francamente bochornoso el silencio en el centenario de la muerte de San Pío X.

      Por cierto, nunca lleva el solideo bien colocado, en este vídeo laudatorio a Pablo VI se puede constatar.

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  3. El obispo Mer Patros, máxima autoridad de los caldeos católicos en el Kurdistán, se quejaba recientemente de que en tiempos de Sadam Husein llegó a haber dos millones de cristianos en el país, pero esta cifra ha bajado considerablemente en los últimos años."Los cristianos somos objeto de una auténtica persecución en Irak y sólo aquí, en el Kurdistán, encontramos la paz", dijo el obispo, que reconoció la labor que el Gobierno autónomo kurdo hace por apoyarles.

    "Por culpa de la ocupación americana del país, nos han considerado cómplices por ser cristianos, como ellos; y luego están los musulmanes fanáticos que quieren limpiar Irak y Oriente Próximo de cristianos", se lamentó el obispo.

    Tras la caída de Sadam Husein, los cristianos iraquíes comenzaron a sufrir ataques y atentados en sus iglesias, lo que les empujó a emigrar hacia países vecinos o a Europa.De los 40 sacerdotes caldeos que había entonces en Bagdad, hoy sólo quedan 17 y en los últimos tiempos varios obispos han sido capturados, pero siempre liberados después
    de algunos días.
    http://www.publico.es/internacional/59675/hallan-muerto-en-irak-al-arzobispo-de-mosul

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  4. Impecable.
    Detrás del resurgir violento de las distintas agrupaciones islamistas y sus "primaveras" se encuentra la financiación y cobertura de las monarquías árabes desesperadas por cercar el avance iraní ya sea cultural y militar. Ellos o Irán. Y en este aspecto son funcionales (por ahora) a Israel y al establishment político de USA ya totalmente dominado por el sionismo. El choque inmediato de civilizaciones en medio oriente es propiedad de chiitas y sunnitas, y eso es a muerte.
    En cuanto a las noticias escalofriantes de asesinatos masivos de cristianos por uno u otro bando, asquea ver también la utilización operativa que hacen los massmedia occidentales casi todos pro israelíes (ej New York Times y localmente los sionísimos Infobae, Clarín, etc., etc.), con el objetivo de solapar y tapar en algún modo el genocidio desatado por los judíos en Gaza (Hamas), que no es otra cosa que encender mas el fuego para que NATO y USA se involucren militarmente de lleno en la región contra el avance sin pausa de Rusia que ha demostrado su poca o casi nada simpatía por los hijos de Hezrl. Los judíos cada vez están mas aislados y es cuestión de pocos años para que el estado israelí sea inviable, tal lo predicho por propios políticos y recientemente por el inefable y siniestro Kissinger.
    Volviendo, IL/ISIS es solo una nueva cabeza de un viejo monstruo que preanuncia el Armagedon, que por lo visto no está muy lejano.

    Nosotros los cristianos católicos debemos retomar la sana doctrina abandonada o tergiversada desde CV2, de volver a aprender a usar la espada contra estas bestias y aquellas otras que desde las finanzas internacionales hacen cabal honor a Quién dijo de ellas son hijos de Satanás.
    Debemos retomar los sanos ejemplos de los Charlemagnes, Cids, Longshanks, Lionhearts, San Luises, Fernandos y Santas Isabelas, Carlosquintos y Juanes de Austrias y por que no de Francos y de una vez dejar de prestar atención a los idiotas devenidos en papas mediáticos que hipócritamente piden el cese de esos crímenes pero sin recurrir a las armas, será repartiendo caramelos o besando coranes su estrategia de alto vuelo...

    Daniel Huntington

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  5. Gracias Flavio por tus matices al anterior artículo y gracias también a Daniel Huntington por su aportación al tema tratado, finiquitando así el asunto. Muy bueno su sintetizado remate final.

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  6. ¿Que pasó con Carlo?¿debió callarse ante lo evidente? con sólo ver el arzobispado de Mosul en llamas creo que sí......

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  7. Hoy se cumplen 10 años del ataque a la escuela de Beslan, Osetia del Norte. Los osetios son cristianos, y fueron víctimas del terrible terrorismo checheno, hoy felizmente muy reducido. Pido que oremos por las víctimas, los sobrevivientes, los familiares y los rescatistas.

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