sábado, 8 de octubre de 2016

UNA CONVOCATORIA A LAS ARMAS

Uno de los efectos más disolventes del humanismo (aquella superchería de Protágoras abatida oportunamente por Sócrates y rediviva, para nuestro mayor daño, en los tiempos que apellidamos modernos) es la ceguera respecto de la maldad que puede caber en el ánimo y en las acciones del hombre. No hay convención moral -como lo pretendía el sofista-, no hay consenso artificial que pueda fundar la bondad de unas costumbres, que ésta depende enteramente de su conformidad con el ser de las cosas, de la adecuación de la inteligencia con el dato. Por detrás de la relamida bonhomie de toda esa fauna artificial que podríamos adscribir al progresismo, hecha de ademanes de benevolencia fácil y de sobrecivilizados pudores verbales, de estudiados gargarismos, sonrisas omnímodas e indulgente indiferencia para con la "vida privada" del prójimo, late a menudo una fauna mucho más real que reúne en un solo actor al lobo, al buitre, a la serpiente, al cerdo y a la raposa. Cruda constatación que no supone, ni mucho menos, el pesimismo antropológico: sabemos que la naturaleza herida no está absolutamente herida, ni esta caracterización pluribestial  se acomoda a todos los hombres de todos los tiempos. En todo caso, Aquel que nos recomendó que «sine Me nihil potestis facere» nos instó, con ello, a permitir que en aquel hondón todavía salubre del alma arraigue y se despliegue la vida sobrenatural, la que recupera nuestra semejanza divina sin irreales apelaciones a un bien de otra ralea. Esta es, precisamente, la dimensión personal que se amputan los que rechazan a Cristo.

Aquel afectado optimismo, entonces, que relega el mal -cuya existencia se ve forzado a su despecho a reconocer- en unos pocos grupúsculos perfectamente aislados, casi proscritos del consorcio humano y de sus derechos y garantías, lograría como consecuencia inmediata de sus dislates desarmar totalmente la conciencia moral del hombre si no fuera porque la realidad acaba siempre imponiéndose, y los hombres suelen indignarse los unos con los otros por cuestiones que tocan, en definitiva -y con o sin razón-, al sentimiento de justicia vulnerada. Lo que no quita que se siga apelando a una paz ominosa y a una inocencia postiza, como en aquellos terroristas veteranos e impenitentes que, a la vuelta de los años de sus crímenes, beneficiarios de inicuas indemnizaciones pagaderas con deuda externa por haber sufrido antaño justa cárcel, exponen en cualquier tertulia sus pacatos argumentos pro pace, seguros de hallarse ante conciencias pesadamente dormidas, incapaces ya de reclamarles la coherencia o el silencio. Y se los recicla en héroes o en honorables vecinos, como se pretendió hacerlo esta semana en Colombia por vía plebiscitaria -fallidamente, gracias a la Providencia. Se ignora aquel adagio que reza que "el criminal vuelve siempre al lugar del crimen" (aunque sea bajo la forma de la traición o del fraude legalizados), y que aquel que en sus mocedades concibió como praxis política el secuestro extorsivo o la voladura de edificios no puede ser trocado alquímicamente en un hombre de bien sólo por haberle salido canas.

No se tenga, entonces, al símil animal por riguroso, que es sabido que el hombre -llamado a ser «poco inferior a los ángeles»- suele caer, en su abyección, más hondo que las bestias. Los relatos tocantes a la licantropía, como anota Gueydan de Roussel, empiezan a expandirse con la paulatina liquidación de la Cristiandad, «cuando el hombre salió del Cuerpo de Cristo para entrar en el cuerpo del diablo» (digámoslo, por otro término, en el Leviatán de Hobbes, incipiente paradigma del Estado totalitario moderno. Recuérdese que fue justamente Hobbes quien retomó la antigua definición del hombre como «lobo del hombre»). En esta misma clave, no será desatinado comparar el canibalismo puerperal de las cerdas (una de las pocas especies animales capaces de comerse a sus crías al nacer) con la rabiosa proclama y práctica abortista de funestísima vigencia en nuestros días. Ni -en tren de ablandar conciencias por el recurso a una despreocupada y festiva solidaridad de grupo- será caprichoso hacer derivar esta perversión mortal de esa artera simulación que quiere hacer pasar el cobarde asesinato del niño en gestación como un derecho.

Justamente por estos días se desarrolla en Rosario (justo cuando la ciudad honra a su patrona vencedora en Lepanto) el trigésimo primer Encuentro Nacional de Posesas, aquelarre infecto que todos los años elige una sede para sus deposiciones de odio y horror, y que concluye invariablemente con un desfile callejero hasta la Catedral local, que cuando no fuera defendida por un buen número de jóvenes católicos terminaría profanada por estas malas bestias. Ahora bien: en este contubernio vergonzante de harpías, periodistas y funcionarios públicos, donde todos fingen ignorar la malicia enconada que bulle en tales sesiones, hoy se suma la Iglesia, la mismísima agredida, omitiendo la denuncia y el testimonio a cambio de reclamos de tolerancia. "¿Tolerancia? ¡Hay casas para eso!"- los desmiente Claudel, que no padeció el infortunio de contemplar a la Jerarquía de nuestros días. Y si da grima escuchar a un joven reportero reseñar con fingida objetividad la proclama del «derecho al aborto libre, gratuito y universal», midiendo cuidadosamente sus palabras para esquivar en este contexto cualquier alusión al dato obvio de la violencia y de la muerte, ¿cómo no atribuir ese desmayo en la recta estimación de las cosas al silencio de quienes debieran, por razón de su ministerio, "clamar desde las azoteas", rendidos aun antes de pelear? Para muestra de la pusilanimidad del clero formateado por el Concilio, basten las razones que un sacerdote local -de alzacuellos desabrochado para las cámaras- musitó a propósito del cura tucumano muerto hace unos días, presuntamente por sicarios del narco-negocio: «siempre que pasa algo con un referente social son barreras que se rompen a nivel social y moral. Y hacen que uno tome conciencia de hasta dónde se puede llegar con esto de la narcocriminalidad. Son luces rojas que se prenden, porque si pudieron atentar con tal o cual persona, ¿hasta dónde es capaz de llegar este sistema de delito que genera tanto malestar en la sociedad?». Nótese, en los términos subrayados, la noción del sacerdocio ínsita en las mientes de un ministro sacro, incapaz de testimoniar a Cristo ante los cagatintas (no otra cosa podía esperarse, en rigor, de la diócesis que saluda poco menos que como a santo a un delincuente de los quilates del padre Ignacio Peries). Enésima muestra de la emasculación prolija, sin rastro de cicatrices, operada por el triunfante modernismo en la conciencia de los clérigos, tal el plano inclinado que conduce, a través de la pusilanimidad consentida y avalada, a la mera irreligión.

Lo que es volviendo al tema de la defensa de la Catedral, y según trascendió por diversas fuentes no oficiales, el arzobispo local habría desautorizado la formación de cordones humanos para la custodia del templo, dejando esto último en manos de la potestad civil, comprometida a levantar un endeble vallado de fenólico y a disponer a sus soldaditos de plomo de la Guardia Urbana (las manos atadas por el garantismo jurídico) para hacer frente a estas hordas de demonios encarnados. ¡Imaginemos cuánto empeño podrá poner en la preservación de los bienes sagrados un Estado municipal y provincial fuertemente sospechado de narco-financiamiento! Que (por colmo, y como si los millones de Georges Soros no fueran suficientes para sostener estas monstruosas asambleas) aporta ingentes sumas del erario público para que las participantes gocen de techo, comida, transporte público y otros servicios durante los tres días que dura la pesadilla.

En otros tiempos la honra del Santo Sepulcro -donde Cristo no yacía- era capaz de inspirar una arriesgada empresa de armas en la que intervenían reyes y nobles de toda la Europa para librarlo de la profanación musulmana. Hoy la defensa del Sagrario -en el que Cristo yace en cuerpo, alma y divinidad- es irónicamente confiada por los obispos a gobiernos que incluyen en sus programas de salud pública la esterilización compulsiva de las mujeres pobres, el reparto de píldoras abortivas y la promoción de la ideología de género. Ni siquiera cabe presumir que estos forajidos al mando civil pudieran temer que su gestión se viera menoscabada en su fama en caso de que cundieran los previsibles destrozos: se ha visto, año tras año, cómo los medios de masificación ocultaron cuidadosamente toda referencia al desborde feminista. El año pasado, cuando luego de prolongadas provocaciones a los católicos allí apostados se intentó vulnerar la Catedral de Mar del Plata y la policía se dignó intervenir, el diario La Nación rindió fraudulenta cuenta de los hechos bajo la especie de "represión a manifestantes". Es que todos trabajan de consuno en la misma dirección: la de la civitas diaboli.

Catedral de Rosario
Quien firma estas líneas fue bautizado, a los catorce días de su edad, en esta iglesia Catedral. Fue según el rito antiguo, muy próximo entonces a ser sustituido por el nuevo, que no incluye el exorcismo ritual que se usaba en aquél ni emplea ya el latín, la lengua que pone en fuga a Satanás y a sus secuaces. Considera, pues, un deber de conciencia acudir a las puertas de nuestro templo mayor antes del paso de sus agresores, pese a que sus pedidos por coordinar una condigna reacción no fueron siquiera por gentileza respondidos (¡tan difícil es comunicarse en la era de la informática!). Con la «convocatoria a las armas» no se pretende significar el recurso a la pólvora, sino (para quienes estén allí presentes) el santo rosario, quizás un frasco con agua bendita. Y las propias manos, sí, que, de arreciar las escupidas y manoseos no creemos lícita ni cristiana una resistencia a lo Gandhi.

Ya Chesterton supo referirse al inopinado hallazgo de un par de cadáveres en el ropero de un filántropo. Es el caso de estas inocentes militantes, cargadas de muerte que nadie atina a desvelar. Quiera Dios que podamos vivar a Cristo Rey en los hocicos de estas infelices que, en su trotskista repudio de la propiedad privada, no reparan en la inconsecuencia en que incurren al afirmar nimiedades del estilo de «mi cuerpo es mío». Con un viejo autor francés afirmaremos lo que suena a escándalo en los oídos de estas egotistas desaforadas: el hombre no se pertenece a sí, sino a su familia, que es aquella comunión real de vida y amor que éstas no pueden siquiera barruntar. Pedimos por último, para honor de las palabras, que no se pretenda ya descalificarlas con términos de dudosa y reciente acuñación, como el de «feminazis». Cumple el de «feministas», no más, que es suficientemente oprobioso. Al nazismo no puede acusárselo, en verdad, de haber alentado el filicidio, la inversión sexual y la "muerte al macho".

34 comentarios:

  1. Llamar "feminazis" o "femilocas" a estas perras le hace un favor al feminismo, pues da la impresión de que existe un feminismo "extremista", "radical", pero, de otro lado, está el feminismo "bueno", cuando no hay tal cosa, sino que se trata siempre de una doctrina repugnante y maligna. Es el mismo error que se comete cuando se habla de un Islam radical. Y que se cometía cuando se distinguía entre el comunista violentista, que tomó las armas; y el comunista que no lo hizo, cuando la única diferencia entre este y aquel fue que el primero fue consecuente con su ideología, mientras el segundo no se atrevió a pasar a la acción.

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  2. voy a rezar. Esto ya se tiene que acabar. VEN SEÑOR JESÚS!!

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  3. Don Flavio
    La Catedral está Consagrada, pero también profanada por el nuevo rito.
    La presencia Real en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristia, que se encuentra en el Sagrario, es muy dificil que esté, dado que generalmente no cumplen a veces con la materia, ni con la forma, ni con la intención de lo que quiere, la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia en la Consagración.
    Además es dudosa por lo menos la nueva ordenación.

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    1. Y los milagros eucarísticos en las iglesias que celebran según el nuevo rito? Si la ordenación fuera inválida, no habría consagración de las especies, y por lo tanto no habría milagro.

      Que en muchos casos debe darse invalidez por defecto de forma, no lo dudo: el curita que "retoca" a su gusto las palabras de la consagración. Que a menudo no hay intención de hacer lo que manda la Iglesia, tampoco lo dudo, y eso basta para invalidar. Pero creo que Dios permite, para auxilio de las almas que en este rito degradado de Pablo VI subsistan las condiciones mínimas para hacerse presente por la transubstanciación. Creo que Montini es gravemente responsable por lo que hizo y no cambio la Misa tridentina por nada, pero no me animaría a afirmar lo que Vd. dice.

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    2. He dicho tres cosas:
      1ª) Que la Catedral ya está profanada por el nuevo rito.
      El nuevo rito profana en sí mismo, más allá del “curita que "retoca" a su gusto las palabras de las consagración” y de que “a menudo no hay intención de hacer lo que manda la Iglesia”.
      Aunque celebrasen el nuevo rito conforme a la Institutio Generalis, profanarían al utilizar un rito que se aleja, tanto en el conjunto como en el detalle, de la definido por la Santa Iglesia en el Concilio de Trento.
      2ª) Que es muy difícil se dé la presencia Real en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristia.
      La razón que di es que generalmente no cumplen con la materia, ni con la forma, ni con la intención de lo que quiere, la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia en la Consagración.
      Ahora agrego algo importante que olvidé, y no soy el único en olvidarlo; me refiero al tono narrativo (en tercera persona y no en primera) que está indicado en la Institutio Generalis, así como en las rúbricas de las llamadas “preces eucarísticas” (esto último ya es una profanación).
      Los sacerdotes deben consagrar en tono asertivo, en primera persona, haciendo lo que Nuestro Señor mandó que hiciesen (“Haced esto”), y no relatando lo que el Señor hizo en el Cenáculo.
      3ª) La nueva ordenación es, al menos, dudosa.
      En cuanto al valor y la certeza de los “milagros eucarísticos en las iglesias que celebran según el nuevo rito”, estos son equiparables a los supuestos milagros para las canonizaciones de Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta.
      En cuanto a que “Dios permite, para auxilio de las almas, que en este rito degradado de Pablo VI subsistan las condiciones mínimas para hacerse presente por la transubstanciación”, no se olvide que los cismáticos ortodoxos consagran válidamente…
      Será por ello que el Nuevo Código de Derecho Canónico permite a los fieles recibir los sacramentos de la penitencia, eucaristía y unción de los enfermos de aquellos ministros no católicos en cuya iglesia son válidos esos sacramentos; así como también a los ministros católicos administrar lícitamente los sacramentos de la penitencia, eucaristía y unción de los enfermos a los miembros de iglesias orientales y de otras iglesias.
      Tienen para elegir las defensas contra las profanaciones…
      Pero es más fácil ir a defender los sepulcros blanqueados…
      ¡Dejad que los muertos entierren a sus muertos!


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    3. Si cambió la misa, para eso convocó a seis pastores protestantes que confeccionaron el novus desordoe.

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    4. Adolfo: la nº2 es innecesaria si afirmamos la nº3. Ahora, si las dudas sobre las ordenaciones se resuelven por vía positiva, habría que admitir que mientras se cumpla con materia, forma e intención objetiva, hay consagración. A mí me toca asistir (salvo una vez por mes, en que puedo gozar de la Misa de siempre) al nuevo rito, pero con el canon recitado íntegramente en latín y con notorio cambio de tono (narrativo al asertivo) en la consagración. Lamentablemente, y pese a las insalvables lagunas del Novus Ordo, en poquísimos lugares se lo celebra así. Admito sin dificultad que muchas muchas misas se celebran inválidamente. Desconozco sobre los más recientes milagros eucarísticos: sé que hubo uno ocultado por el entonces cardenal Bergoglio en su arquidiócesis y que los resultados de las pericias médicas hablaban de sangre humana
      con grupo y factor RH bien especificados, más algunos detalles por demás notables. No veo que venga a caso compararlo con los dudosos milagros de Juan Pablo II y la Madre Teresa, casos que tendrían que haberse resuelto -mucho antes de buscarles milagros- en el juicio sobre su ortodoxia.

      La Catedral a defender es el blanco predilecto de la furia de estos endemoniados, lo que constituye un signo no menor. Independientemente del valor y la eficacia del rito que contienen hoy sus paredes, es un edificio erigido oportunamente para la cátedra del obispo, y este carácter, aunque degradado por la marea modernista, es el que el enemigo reconoce certeramente. No se la agarran con los templos de los cismáticos de oriente: lo hacen con los templos católicos ocupados por la secta modernista -precisamente en tanto «templos católicos»: ahí es, pues, donde hoy se nos llama a dar testimonio cristiano. Con prescindencia de nuestros razonables desagrados.

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    5. Tal cual, coincido con su explicación.

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    6. "No se la agarran con los templos de los cismáticos de oriente: lo hacen con los templos católicos"
      Eso porque los ortodoxos (sean los separados, sean los de ritos orientales en comunión con Roma) son una pequeña minoría en el continente americano. En lugares donde son mayoría son duramente atacados. Por ejemplo, Femen - movimiento financiado por Soros fundado en Ucrania y después "exportado" a toda Europa - ya hizo varios ataques a templos ortodoxos (separados) en Rusia y Ucrania.

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  4. Flavio, estaremos con el Rosario en mano. Buena ocasión para ayunar también. Mi agradecimiento a los soldados de Cristo que van a ir a jugarse. Una de las bienaventuranzas va para ellos.

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  5. "clamar desde las azoteas" justamente para eso son episcopos...para otear el mal que se cierne y avisar.

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  6. La Carta de la Tierra 2007. México, Brasil, Argentina, España. El Consejo del Futuro Mundial



    Los últimos meses -según su propia información- han sido tiempos de éxitos y festejos para la iniciativa panteísta de la Carta de la Tierra, el documento expresamente elaborado para sustituir al Decálogo, y llegar a ser el nuevo paradigma ético del milenio, como declaró en 1992 uno de sus promotores el ruso Mikhail Gorbachov.


    Argentina

    Como consecuencia de la celebración del Día Mundial de Medio Ambiente -5 de junio- tres municipios se adhirieron a la Carta de la Tierra. El de Resistencia (Chaco), donde firmó el acuerdo la intendente municipal Aída Beatriz Ayala; el de Rosario (Santa Fe), cuyo intendente es Roberto Miguel Lifschitz; y el de Bahía Blanca (Pcia de Buenos Aires), cuyo intendente Cristian Breitenstein refrendó el acuerdo

    http://www.noticiasglobales.org/comunicacionDetalle.asp?Id=1045

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    1. miren cómo le hacen lobby con casos punta de lanza al consumo y cultivo de cannabis

      http://www.ellitoral.com/index.php/id_um/137627-en-3-meses-el-aceite-de-cannabis-logro-lo-que-no-pudo-la-medicacion-en-12-anos-historias-de-tres-mamas-que-lo-consiguieron-para-sus-hijos

      ++


      Sin embargo Claudio Izaguirre denuncia que es una imposición de Soros.
      https://www.informadorpublico.com/narcotrafico/soros-no-quiere-restricciones-para-el-aceite-de-cannabis

      ++


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  7. http://www.ellitoral.com/slide/index.php?section=archivo/23/1192
    juventud woytiligogliana perdida en Paraná....

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    1. ¿Dónde consta que se trata de "juventud woytiligogliana"? ¡Denunciemos con fundamento, caramba!

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    2. Son los que crecieron en su pontificado, no hay que ser muy perspicaz como para no darse cuenta. Crecieron a la sombra de sus enseñanzas cambiadas, nueva evangelización, nuevo cic, nuevo cdc, nueva misa, exaltación del hombre, sacralización del sexo etcetcetc... nuevo todo. Vamos Flavio, ¿tanto cuesta ver eso?

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    3. Tales pastores inmanentistas tales borregos. ¿o no? no se rasguen todo el día las vestiduras con bergoglio deberían saber que sin los anteriores desde roncalli bergoglio nada hubiera podido hacer.

      ...esos jóvenes no son malos pero viven mal, la mayoría vive en pecado mortal, no defienda frutos tan malos, pues una forma de defenderlos es no ver las consecuencias de los cambios de Doctrina y por ende no denunciarlos.

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    4. Lo que ocurre es que en esas fotos no consta que éstos sean jóvenes católicos, nada más. El ascendiente que los malos papas ejerzan sobre ellos no es inmediato, como sí puede serlo el de los jóvenes que acuden a las JMJ a bailar la conga. A ésos sí los llamaría "juventud woytiligogliana". Eso es todo

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    5. Todavía una gran mayoría de esos chicos que fueron al evento de disfraces son bautizados católicos se lo puedo asegurar. El enemigo de las almas es a los que más persigue.

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  8. Pues si las menciones a la institución de la Eucaristía no deben hacerse en tercera persona ni en tono narrativo, entonces tampoco es válida la consagración en la Misa Tradicional. O ¿en qué persona les parece que están conjugados los verbos accepit, benedixit, fregit, deditque, etc.?

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    1. Buena observación. Entiendo que Adolfo J. Astinza se refiere sólo a la fórmula consecratoria («accipite et manducate...», en que sí se cambia el tono a asertivo). El tema es que esta fórmula se repite en la nueva misa en lengua vulgar, lo que hace ociosa la indicación.

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    2. Yo he dicho:
      "Los sacerdotes deben consagrar en tono asertivo, en primera persona, haciendo lo que Nuestro Señor mandó que hiciesen (“Haced esto”), y no relatando lo que el Señor hizo en el Cenáculo".

      El anónimo responde:
      "Pues si las menciones a la institución de la Eucaristía no deben hacerse en tercera persona ni en tono narrativo, entonces tampoco es válida la consagración en la Misa Tradicional".
      ¿Sabrá la diferencia que hay entre una cosa y otras?
      La nueva misa ya ha hecho estragos en su mente.

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    3. Por favor expliquen más sobre ese tema tan interesante.

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    4. Estimado anónimo 11 de octubre de 2016, 3:39:
      Si realmente le interesa profundizar este tema, le paso el siguiente enlace:

      https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/08/07/para-los-que-aun-dudan-iva-parte/

      Como verá, se trata de un artículo del Padre Ceriani. En dicho trabajo, si bien hay una respuesta puntual a Monseñor Williamson, está tratado en profundidad la cuestión de la significación de los Sacramentos y, dentro de ella, el tema del tono con que deben ser pronunciadas las palabras de la Consagración para que realmente ellas signifiquen lo que deben producir y haya transustanciación.

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    5. Gracias, lo voy a leer.

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    6. Van las tres partes anteriores:
      Para las tres Entregas anteriores de la Crítica de Fondo, ver aquí:
      https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/08/03/para-los-que-aun-dudan/
      https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/08/04/para-los-que-aun-dudan-iia-parte/
      https://radiocristiandad.wordpress.com/2015/08/06/para-los-que-aun-dudan-iiia-parte/

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    7. [¿Cuándo nació? En el anti-concilio ¿Quién proclamó al mundo su nacimiento? Montini/Pablo VI. ¿Dónde se escefinica esta realidad? A diario en la falsa misa coram/populo, en la que se suprimió el ofertorio de la Hostia del Sacrificio que sería después el Cuerpo de Cristo y en su lugar se pone en ‘estado de oblación’ “los frutos de la tierra obtenidos con el trabajo del HOMBRE”

      https://moimunanblog.com/2016/08/27/la-iglesia-del-hombre/

      ¿Cómo es eso de estado de oblación en contraposición con el Sacrificio?

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  9. Andar haciendo exámenes a la Sangre de Cristo es también una profanación.

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    1. No lo es: es la única manera de comprobar la veracidad del milagro eucarístico (o, al menos, de comprobar que se trata de sangre humana)

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    2. Que sea la única manera no quita que sea una profanación, y además no se necesita saber eso pues lo importante es la Fe, hubo muchos milagros eucarísticos en la historia y no andaban fisgoneando ese dato, pero los criterios humanos predominan en los que guían a la iglesia y a todo le dan ese toque humanista tan inconducente.

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    3. La fe no exige creer en milagros no verificados como tales. Por eso en el proceso hacia la canonización se examinan (o debieran examinarse) cuidadosamente las pruebas de la presunta santidad del candidato a los altares. Acá pasa más o menos lo mismo. Existiendo medios químicos suficientes, la única manera de verificar que se trata de sangre humana (con las especificaciones correspondientes) es el análisis. No veo que a Dios pueda ofender que del análisis químico de la sustancia hallada junto a la hostia consagrada se deduzca que es sangre, del grupo y factor más extendido en Judea y Galilea, y que denota un terrible sufrimiento padecido por el órgano cordial. Más bien creo que es providencial contar con esos medios técnicos que anulan la posibilidad del timo y nos introducen más en presencia del misterio.

      Lo mismo debe decirse del Santo Sudario: el resultado del análisis de sus fibras pone la piel de gallina.

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    4. No es lo mismo examinar cosas de santos que la Sangre de Cristo, bajo ningún punto de vista es lo mismo.

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    5. ¿Cómo sabe que es sangre hasta que no la analiza? Si un impostor va y pinta con tuco la Sagrada Hostia, ¿usted veneraría mansamente el milagro?

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